... infantil complacencia las tornasoles de su falda y las ondulaciones de la cadena de oro que le pendía del cuello, y lo pulido de sus zapatos de raso azul..., y todo el montón de galas que el rumbo ...
... CARAMANCHEL,lleno de candelillas el sombrero y calzas,vestido de estampas de santos,con un caldero al cuello y un hisopo.& 160;& 160; CARAMANCHEL¿Hay quien rece por el alma de mi dueño ...
... vista, casi fuera de sentido y sin tener cuenta a ningún honesto respeto, le echó los brazos al cuello, y, juntando su rostro con el de Cardenio, le dijo:-Vos sí, señor mío, sois el verdadero dueño ...
... tarde era gris y algo fría, tarde de otoño ya casi invierno. Se acomodó la bufanda y se subió el cuello de la gabardina, se alejó de la casa lo más rápido que pudo. Después, confiado, aminoró el paso ...
... , vistiendo un frac cuya parte izquierda estaba enteramente cubierta de condecoraciones y con otras más pendientes de su cuello, leyó durante tres noches una serie de descubrimientos históricos ...
... como el joven Conde, rojo de cólera, con los ojos inyectados, agarraba a Mitenka por el cuello del vestido, con mucha traza, y entre palabra y palabra le daba de puntapiés en el trasero, gritándole ...
... de raza, de esos que ten& 237;an tres pelillos por bigotes y alg& 250;n perigallo en el cuello. Se impon& 237;a en la pelea, a la par de sus tres compa& 241;eras de aventuras.Esta curiosa cuaternidad ...
... 191;Hab& 233;is visto a la cig& 252;e& 241;a alargar el cuello a un lado y otro, de tal modo que no se sabe si mira o si oye, sostenerse en un pie, alzando el otro con intento de no fijarlo en tierra ...
... .Púsose en pie, y silbó.Oyóse el vivaz y juvenil galope de un hermoso potro, que moviendo el cuello y dando al viento sus crines, llegó, y con un alegre relincho se plantó delante de su amo, volviendo ...
... mil juramentos de amantes.Entonces Eblis dobló la espalda ante Tohfa, y la tomó a horcajadas en su cuello. Y en medio de adioses y suspiros de pena, echó a volar con ella seguido de cerca por los genn ...
... a acariciar la barba reci& 233;n afeitada. Tambi& 233;n mov& 237;a con frecuencia el cuello, como si alg& 250;n bicho extra& 241;o agarrado a su occipucio juguetease en el pescuezo entre el pelo ...
... raso azul, adornada con perlas y piedras preciosas y sujeta con un broche de brillantes. De su cuello pendía la orden de la Jarretera y varias condecoraciones reales de países extranjeros, y cada vez ...
... recogido en lo alto de la coronilla, lo cual dejaba campear la gallardía de su cabeza y de su cuello; sendas arracadas en las diminutas orejas, y muchas sortijas en los afilados dedos de sus duras ...
... ojos y parec& 237;an palpitar las aletas de la nariz con indomable fiereza. El manto colgaba del cuello redondo, carnoso y fuerte; la coraza de escamas de acero hinch& 225;base con la presi& 243 ...
... ; llevaban el paso ligero; ocultaba ella su rostro entre los pliegues de la mantilla, y & 233;l se alzaba el cuello del gab& 225;n, so color de poner reparo al fresco de la noche. El Bail& 237 ...
... deseo que los muertos que ha causado pesen sobre su alma como ruedas de molino colgadas al cuello. -Gracias por sus bondades, señor -replicó John «el Largo», haciendo otra reverencia. -¡Y se atreve ...
... camino adelante venía una recua de mulas envuelta en una manga de polvo, trayendo al cuello la capitana un esquilón que resonaba en la obscuridad. «¿Quién viene aquí?, preguntó don Quijote en voz ...
... , que llevaba uniforme de funcionario y una condecoración pendiente de una cinta que rodeaba su cuello (lo cual produjo gran satisfacción a Catalina Ivanovna y causó cierta impresión al gendarme ...
... del rey Afridonios, que tendrá una gran alegría al verlos prisioneros. ¡Echémosles al cuello las cadenas, y arrastrémoslos detrás de nuestros caballos "Los amarraron fuertemente y los dejaron ...
... humilde vivienda el menor de los hijos, una chiquilla. Pasando los brazos alrededor del cuello de su hermano y hermana, les comunicó algo muy importante, algo que tenía que decirse al oído:-Esta noche ...
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