La Divina ComediaEl Infierno: Canto XVIIde Dante Alighieri <poem>¡He aquí la fiera de aguzada cola,que traspasa montes y abate muros y armas ¡He aquí la que corrompe al mundo entero Así empezó ...
A los pies de Venusde Vicente Blasco Ibáñez Primera Parte& 160;: EL ULTIMO CRUZADOIIDONDE EL CANÓNIGO PIQUERAS CUENTALA GRAN EMPRESA DE SU VIDAClaudio vio a don Baltasar casi lo mismo que cuando & 233 ...
Arroz y Tartana& 160;: 2de Vicente Blasco Ibáñez En & 233;poca pasada, aunque no remota, el Mercado de Valencia ten& 237;a una leyenda, que corr& 237;a como v& 225;lida en todos sus establecimientos ...
El audaz Capítulo Ide Benito Pérez Galdós Capítulo I - Curioso diálogo entre un fraile y un ateo en el año de 1804IEl padre Jerónimo de Matamala, uno de los frailes más discretos del convento de ...
Poesías religiosas, caballerescas, amatorias y orientales Fernández Ruiz de Castrode Juan Arolas I«Dímelo todo, Fortún,»No me ocultes mi baldón,»Pues me anuncia el corazón»Que algo me callas aú ...
La Regenta - Capítulo IIde Leopoldo Alas El coro había terminado: los venerables canónigos dejaban cumplido por aquel día su deber de alabar al Señor entre bostezo y bostezo. Uno tras otro iban ...
Al primer vueloCapítulo XXV: En el que todos quedan satisfechos menos el lectorde José María de Pereda Capítulo XXV: En el que todos quedan satisfechos menos el lectorAconteció, primeramente, que don ...
El equipaje del Rey José& 160;: 19de Benito Pérez Galdós Cuando se qued& 243; solo, elev& 243; D. Fernando de nuevo su pensamiento a Dios. Adquiri& 243; con esto cierta tranquilidad, cierto reposo ...
Los MiserablesQuinta parte: "Jean Valjean"Libro cuarto: "El nieto y el abuelo"Capítulo V: Más vale depositar el dinero en el bosque que en el bancode Víctor Hugo Jean Valjean después del caso ...
Cómo arregla un francés un desafío Mientras entre el presidente y el capitán se concertaba aquel duelo terrible y salvaje en que un hombre se hace a la vez res y cazador de otro hombre, Michel Ardan ...
Entre naranjosde Vicente Blasco Ibáñez Segunda ParteV–Pero, beb& 233;, & 191;cu& 225;ndo llegamos a la isla?... Me fatiga estar en este banco lejos de ti, viendo esos bracitos m& 237;os c& 243;mo se ...
Brenda& 160;: 4Un punto matem& 225;ticode Eduardo Acevedo Díaz Mientras rodaba el carruaje hacia la quinta, tentado estuvo Ra& 250;l en diversas ocasiones de ordenar a Selim que esperase la victoria ...
... IbáñezEn las acequias inmediatas se deslizaban otros barquitos, invisibles tras los ribazos, y por encima de las malezas avanzaban los bateleros con el tronco inmóvil, corriendo a impulsos de sus...
Gerona& 160;: 8de Benito Pérez Galdós Yo estaba en Santa Luc& 237;a, donde hab& 237;a mucha tropa y paisanos. All& 237; me encontr& 233; a D. Pablo Nomdedeu, que me dijo: -Andr& 233;s, mis funciones ...
A flor de piel de Antonio de Hoyos y Vinent Capítulo VIHonte à moi Chaque jour, et chaque jour plus fort,le dégoût vient gonfler mon cSur qui te renie;Mais devant le splendeur de ta grâce impunie, ...
Capítulo VIII& 160;09Pág. 09 de 18JarrapellejosFelipe TrigoDe frac, de zapato de charol, de calcetín de seda bronce oscuro, de escotadísimo chaleco-faja de seda malva azul, con los tres botones de ...
Los cuatro jinetes del Apocalipsisde Vicente Blasco Ibáñez Tercera ParteV - Campos de MuerteIba avanzando el autom& 243;vil lentamente, bajo el cielo l& 237;vido de una ma& 241;ana de invierno. ...
Capítulo& 160; XXIII Pág. XXIII de Bodas realesBenito Pérez GaldósQuería Nuestro Señor poner a prueba la gran virtud y sublime paciencia de Doña Leandra, privándola de ver los campos manchegos ...
ClemenciaPrimera Parte Capítulo XIde Fernán Caballero Primera parteCapítulo XIEn la orilla del mar tenían los marqueses de Cortegana, un coto agreste y solitario. No lejos de la playa se levantaba ...
David CopperfieldSegunda Parte: Capítulo VIde Charles Dickens No volví a ver a Uriah Heep hasta el día de la partida de Agnes. Había ido a las oficinas de la diligencia para decirle adiós, y me ...
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