... el trato. Comunícanse las costumbres y losgustos. Pégase el genio, y aun el ingenio, sin sentir. Procure, pues, el pronto juntarse con el reportado; yasí en los demás genios, con este conseguirá ...
... 241;os, de semblante hermoso y afable, con tal expresi& 243;n de tristeza, que era imposible verle sin sentir irresistible inclinaci& 243;n a amarle. No usaba peluca, y sus abundantes cabellos rubios ...
... tirano, y llenaba la Sicilia de infinitos males; pero el Imperio de César, si al formarse se hizo sentir a los que se le oponían, para los que ya le habían dado entrada y le estaban sometidos no tenía ...
... servicio, y su padre es un alguacil de mi marido. Nosotras, las mujeres, nos permitimos pensar y sentir de un modo opuesto al de los hombres con sus acusaciones y persecuciones: nos permitimos opinar ...
... a cuidar de Ham.-Adiós, Barkis -dijo mi tía-. Cuídese mucho. Nunca hubiera creído que pudiera sentir tanto verla marchar.Acompañé a Peggotty a las oficinas de la diligencia y dejé en el coche. Lloraba ...
... mecenas de las artes. Son mi debilidad. Ese paisaje es un auténtico Corot y, aunque un entendido podría sentir ciertas dudas acerca de ese Salvatore Rosa, con este Bouguereau no puede caber la menor ...
... política y la intervención del ejército en sus asuntos internos. Las secuelas del colonialismo se dejan sentir todavía mediante el estallido de ocasionales conflictos bélicos, como los nuevos intentos ...
... y cadáveres en torno mío, lo que me producía una repulsión más intensa que el miedo que pudiera sentir, un pensamiento, no tan razonable como la misión que yo adjudicaba al doctor, empezó a urgar ...
... mi diario de patrón.Si al recibir mi campo de manos de don Leandro, hubiera seguido mi sentir, andaría aún dejando el rastro de mi tropilla por tierras de eterna novedad. Dos cosas me decidieron ...
... , son guiadospor los ojos, exceptuando los ciegos;.de veinte narices,no hay una siquiera capaz de sentir y distinguirde dónde parte el olor infecto. Si tienes en la manouna rueda grande, suéltala ...
... , la que más ahondó en el ánimo de Gertrudis, que había asistido a otras tres ya. En esta creyó sentir mejor el sentido del enigma. Ni la de su tío, ni la de su hermana, ni la de Ramiro horadaron ...
... l obrero.Por otra parte, Tolstoi sabe admirablemente no sólo relatar hechos y sugerir ideas, sino también hacer sentir emociones y atmósferas, alcanzando así, en prosa, un alto nivel poético. P. ej ...
... Asesinato, calumnia, oprobios, cárcel, grillos, cadenas, verdugos, muerte y gemidos... Por no sentir mi último aliento, huya de mí un instante la tristeza; pero apenas se me concede gozar el aire ...
... ; a Brenda en la medida de sus anteriores infortunios; pero, al quedar de nuevo sola en el mundo, ha de sentir la necesidad de un consuelo que nadie podr& 225; ofrecerle, sino aquel que la hizo llevar ...
... sueño que no podía realizarse. Sufría como sufren, poco más o menos, todos los hombres al sentir que era una quimera imposible. Pero a pesar de todo no podía por menos de decirme que más hubiese ...
... re un discípulo y un maestro, ahuyentando de sí o borrando cualquier enojoso recuerdo, falso en su sentir, hasta de la menor coquetería inconsciente, por parte de ella. Entre tanto, pasaban los días ...
... maldito ciego nada se le escondía. Levantóse yasióme por la cabeza, y llegóse a olerme; y como debió sentir el huelgo, a uso debuen podenco, por mejor satisfacerse de la verdad, y con la gran agonía ...
... andando de puntillas discurrió por estas salas. Llegando cerca de la Increíble, creyó sentir voces... Me llamó, fui, acechamos los dos, oímos. Lo que primero nos parecieron gemidos, pronto conocimos ...
... al cabo de unas horas de estarse quietecitos, pasado ya el primer susto, empezaron a sentir el cosquilleo de la curiosidad.Miraron a su alrededor, arriba y abajo, y en las honduras creyeron entrever ...
... solitaria, le indujo mansamente a volver al servicio de la Marina de guerra, pues esta, en su sentir, armonizaba muy bien con el santo propósito de abandonar los intereses mundanos. La vida del marino ...
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