... el suelo mauritano, español suelo, y formasen el futuro reino de España con los extremos de los dos continentes. El bravo mar que entre ellos corre no los enemista y separa, sino, antes bien los une ...
... Elena, que en su vida besó a persona mayor del sexo fuerte más que a mÃ, y no con esos extremos y apasionamientos carnales que anunciaban los rasgos de su fisonomÃa. Me querÃa mucho, mucho, harto ...
... fundamento de verdad aquel otro cosmógrafohabÃa delineado en un mapa estas dos provincias en los dos extremos del orbe; caso bienreÃdo de todos: de unos, por no entendido, y de otros por aplaudido ...
... tal vez desplace mirado de cerca, lo que mirado de lejos no desplace. Estos dos contrarios extremos pone en razón la Prespectiva, pues se ve que en un mismo cuadro proporciona cercanÃas y distancias ...
... mujeres, frotando los productos rÃtmicamente con el metlapil, mano o rodillo de piedra, cónico en sus extremos, para asirlo.El Comal. Disco delgado de barro cocido o de hierro, que sirve para calentar ...
... señor don Mendo, cuán en balde gastáis finezas de amor, locos extremos de amante haciendo todos los dÃas en mi casa y en mi calle.MENDO: Si las mujeres hermosas ...
... ;pretendes que yo te entienda,y si te entiendo soy necio.Mátame o dame la vida;da un medio a tantos extremos.DIANA.¿HÃcete sangre?TEODORO.Pues no.DIANA.¿Adónde tienes el lienzo?TEODORO.AquÃ.DIANA ...
... y gritos inarticulados fue únicamente lo que expresó el gozo del primer momento; y luego los mismos extremos que hacÃan, comunicando nueva convulsión a sus nervios, mil y mil veces la estrechaba ...
... se convierta en realidad. El 23 de diciembre de 1888 la relación entre los dos pintores llega a extremos traumáticos. El propio Gauguin relató su versión de lo acaecido en un libro de recuerdos ...
... ;pretendes que yo te entienda,y si te entiendo soy necio.Mátame o dame la vida;da un medio a tantos extremos.DIANA.¿HÃcete sangre?TEODORO.Pues no.DIANA.¿Adónde tienes el lienzo?TEODORO.AquÃ.DIANA ...
... de su hija. El dolor y la alegrÃa sucesivamente le habÃan dado fuerzas, y sólo cuando ambos extremos fueron cediendo, la naturaleza recobró su curso con todo el Ãmpetu consiguiente a tan larga ...
... se entristece y se comprime; otras armonÃas enternecen el corazón, y son las menos graves; entre estos extremos hay otra que proporciona al alma una calma perfecta, y este es el modo dórico, único ...
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