... & 243;n adorado con fervor por los peque& 241;os, el pr& 237;ncipe hermoso convertido en vagabundo y pordiosero, sacrificio que halagaba a los m& 225;s pobres de sus devotos. La muchedumbre recordaba ...
... de nacimiento de una nación - III. Un niño voluntarioso en un ambiente pu ritano - IV. Vagabundo en busca de trabajo - V. El escultor de su personalidad - VI. La profunda filosofía de lo vulgar ...
... .No tard& 243; en entablar conversaci& 243;n con este se& 241;or que se le aparec& 237;a roto y sucio como un vagabundo, con media cara l& 237;vida por la huella de un golpe. Hab& 237;a tara& 237;do ...
... de un abismo a otro abismo... Selección de poesía moderna de Enrique MolinaCirce -Itinerarios -Hermano Vagabundo Muerto -Los dibujos del muro -Tierra tatuada antes de dormir -Inadaptación -Alta marea ...
... , descalzos, entreteníanse, después del baño, en desviar con los pies el curso de un pequeño arroyuelo vagabundo e indeciso que por la arena desaguaba en el mar. Ramiro se unió alguna vez a este juego ...
... , sin direcci& 243;n fija, adoptando el acaso por gu& 237;a & 250;nico de su andar vagabundo, y creyendo que los senderos desconocidos suelen conducimos a donde deseamos. Renegaba de la previsi& 243;n ...
... seguir trabajando como un forzado en el duro oficio de las letras.¿El cantor vagabundo» y «Lejanías» son los últimos títulos que el novelista ha sacado a la calle. Ahora trabaja con entusiasmo ...
... 225;s me conven& 237;a penetrar en esta ciudad como soldado oscuro que como desalmado y andrajoso vagabundo. Santorcaz se decidi& 243; despu& 233;s de meditarlo mucho, dando paseos en la habitaci& 243 ...
... , sintieron desplomarse de golpe la poca serenidad que les restaba. Sangonera, con su experiencia de vagabundo, les parecía un gran auxiliar. Neleta, aterrada, olvidando toda prudencia, lloraba ...
... de nacimiento de una nación - III. Un niño voluntarioso en un ambiente pu ritano - IV. Vagabundo en busca de trabajo - V. El escultor de su personalidad - VI. La profunda filosofía de lo vulgar ...
... de nacimiento de una nación - III. Un niño voluntarioso en un ambiente pu ritano - IV. Vagabundo en busca de trabajo - V. El escultor de su personalidad - VI. La profunda filosofía de lo vulgar ...
... estorbaban el paso. No quería el Serrano (que así se llamaba) que ningún perro feo, tiñoso y vagabundo interceptase la senda que seguían sus señores. Hasta se ponía nervioso viendo a los pájaros ...
... de los parisienses, cruzar la capital de Francia con su dirigible, al que le puso el nombre de Pequeño Vagabundo. Santos-Dumont voló a lo largo de los Campos Elíseos hacia su lujosa mansión, en cuyo ...
... & 237;a, soltaba la pluma, revolv& 237;a papeles. Su pensamiento iba de un asunto a otro, ondulante, vagabundo, como mariposa que no sabe en qu& 233; flor quedarse. A lo mejor se posaba en una idea ...
... us monarquías - III. El adiós a la infancia - IV. Primeros pasos en Italia - V. El Rousseau vagabundo - VI. El Siglo de las Luces - VII. Una familia para Rousseau - VIII. Un pensador solitario ...
... a sus tomos de memorias, preparaba Baroja otros originales, como por ejemplos «El cantor vagabundo» o «Lejanías», que ya tenía muy avanzados. Las traducciones se multiplicaban por aquellos años ...
... de nacimiento de una nación - III. Un niño voluntarioso en un ambiente pu ritano - IV. Vagabundo en busca de trabajo - V. El escultor de su personalidad - VI. La profunda filosofía de lo vulgar ...
... luz de su vela para rezar el último rosario desde la oscuridad de su camaranchón; el perro vagabundo se ha echado como una rosca, en un ángulo del muro, para dar al olvido la paliza que le atizaron ...
... en las cosas necesarias y útiles, temiendo más para la comunión de gobierno al misera- ble, al vagabundo y al pobre, que al rico y opulento. Parece, pues, que Catón no fue peor gobernador de su casa ...
... estorbaban el paso. No quería el Serrano (que así se llamaba) que ningún perro feo, tiñoso y vagabundo interceptase la senda que seguían sus señores. Hasta se ponía nervioso viendo a los pájaros ...
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