... de entreg& 225;rmele atado de pies y manos a D. Buenaventura.-& 161;Miserable say& 243;n ... ; -dije yo sintiendo que flaqueaban mis piernas-. & 191;D& 243;nde me escondo,
... me ocurre una cosa, Pepe. Dios le negó a D. Ramón el resorte o clavija para concertar la voluntad ... Habló, pues con D. Pedro Egaña y D. Francisco...
... , el mero particular...»¿Qué mero particular es ese? ¿Será un nuevo mero, una especie de congrio, D. Andrés, o un particular convertido en mero?Tiene razón La Correspondencia en decir que presenta ...
... s, ma& 241;ana saldr& 225; el sol; ma& 241;ana habr& 225; lo que en nuestro lenguaje llamamos d& 237;a; ma& 241;ana tendremos otro hoy, es decir, nuevos apuros. Veremos qu& 233; miga de pan me reserva ...
... generosos. Sabiendo que sus huéspedes partían, el noble hidalgo quiso saludar a D.ª Fernanda en la misma finca, y hasta ofrecerles por dos días aún, los últimos, el homenaje de su casa en la ciudad ...
... Argel Jornada IIIMiguel de CervantesZAHARADesvariada respuesta.D. LOPEY allí va sobre unas andas 2635con ... misterio no carece 2645estar Zara aquí y allí.D. LOPEEste bien su fe...
... cambiamos: dame a D. Vicente con Tomín detrás de la cortina, y yo te doy a mi D. Paco con su ... quiéranlo o no Palacio y las monjitas, porque el Napoleón,
... Bienaventuranza...«Todavía no he concluido, mujer -siguió D. Bruno-. Aún queda algo... lo más salado, lo más increíble. El Sr. D. Luis me dijo: Ya sé que tiene usted mucha familia....
... oí hablar de esa mujer. Ya, ya voy comprendiendo. Y D. César la amó, y la creyó fiel... EL MARQUÉS ... en mí impulsos rencorosos, vengativos. Merece el tal D. César un golpe duro,...
... mamá las cuentas». ¡Siniestra y misteriosa figura D. Pedro se paseaba en el comedor, meditabundo ... humillación trágica del poder ante la debilidad. D. Pedro no dijo nada, y se...
... la actividad delgran pintor soviético P. D. Korin. Enaquel período Korin fue más que nadaretratista ... . Popkov, N. l. Andrónov, V. I. Ivanov, D. D. Zhilinski, A. I. Níkich, los...
... qued& 243; sin habla ni movimiento por alg& 250;n tiempo.& 171;& 161;Oh , esto parece grave -dijo D. Alonso con desaliento.-& 161;Y m& 225;s que grave & 187;, a& 241;adi& 243; un cirujano que hab& 237 ...
... , la esclava sabría mostrar intenciones de no serlo. Algunas noches charlaron de diversos asuntos, esquivando D. Lope, con fría táctica, el tratar del idilio; y tal viveza de espíritu mostraba la niña ...
Escritor español. Nació en Manresa en 1909. Estudió Filosofía y Letras y Derecho en la Universidad de Barcelona y en 1931 se doctoró por la de Madrid.Catedrático de Lengua y Literatura, de 1932 a 1936 ...
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... tiempo no tenía trazas de mejorar. Escribía D. Fernando larguísimas cartas a su madre y a la ideal ... de una opresora pasión de ánimo. Creyendo D. Fernando que próxima al momento...
... divagado sobre aquel asunto, si no nos interrumpiera D. Juan Bravo Murillo, que salía de hablar ... cinco minutos. No llegaron a tantos los que empleamos D. Juan y yo en recíprocas...
... hacía más de 1.400 años.Payson D. Sheets, de la Universidad de Colorado, dirigió las primeras ... hubo convertido en terreno fértil, hacia el año 400 d. de C., la zona volvió a ser...
... documental de Corea corresponde al que se llama de los Tres Reinos: el de Koguryo, fundado (37 d.C.) en el Norte, con capital Ven Pyongyang, en la zona antes dominada por los chinos, y que conquistó ...
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