... mis ojos al cielo y dije a mi amiga: «No son brujas, Casiana. Son las Efémeras, espíritus mensajeros de lo que en el mundo llamamos la Actualidad. Traen y llevan el suceso del día. Aquí se congregan ...
... una virtud a la que el débil tenga el derecho de atreverse a aspirar. Al sufrir una ofensa, esos espíritus atolondrados o groseros, pero siempre de baja ley, no sabrían jamás distinguir los límites ...
... tipo de escenificación era un saludo que se realizaba en dirección a los puntos cardinales y que iba dirigido a ahuyentar los malos espíritus (Dall, 1870: 150; Edmonds, 1966: 89).& 91;29& 93; Después ...
... hadas. Viniendo hacia el Oriente Medio, encontramos el Demavend, en Persia, el cual es morada de genios y espíritus. Los árabes, por su parte, creían que las montañas del Laf son la morada de los Yim ...
... a la cárcel. No son delincuentes. pero son incapaces de mantenerse honestos; pobres espíritus de carácter claudicante y voluntad relajada, no saben poner vallas seguras a los factores ocasionales ...
... Nordic Journal of African Studies 22 (1-2): 23-48.— 2013b. «Raíces para los espíritus: El ciclo agrícola del ñame en Bioko, Guinea Ecuatorial». Anales del Museo Nacional de Antropología 15: 209 ...
... y osa traspasar los umbrales de lo desconocido. Yo he adivinado que tu espíritu es de la esencia de los espíritus superiores. La envidia te habrá arrojado tal vez del cielo para revolcarte en el lodo ...
... interesando por las cosas de la Tierra. Los germanos creían en unas relaciones entre la vegetación y los espíritus de los muertos. Un grupo de divinidades femeninas, las disir, eran objeto de un culto ...
... 2-3, 1987, págs. 51-59.• Marjorie AGOSIN. “Isabel Allende: "La casa de los espíritus"”. En Revista interamericana de bibliografía: Review of interamerican bibliography, ISSN 0250-6262, Vol. 35 ...
... niño, que era lo que duraban las ceremonias de purificación, el infante estaba sujeto al maleficio de los espíritus y no pertenecía totalmente a la familia. Por fin tenía lugar, en el atrio de la casa ...
... Pedro, la del buen mozo Pedro, dos monos capuchinos. Juan quería a Pedro, como los espíritus fuertes quieren a los débiles, y como, a modo de nota de color o de grano de locura, quiere, cual forma ...
... fantasía de los indios veía en el desierto, era probablemente la encarnación de uno de aquellos espíritus que los cristianos llaman ángeles, y se llenaba de recelosa confusión. Los amores de entrambos ...
... y osa traspasar los umbrales de lo desconocido. Yo he adivinado que tu espíritu es de la esencia de los espíritus superiores. La envidia te habrá arrojado tal vez del cielo para revolcarte en el lodo ...
... esa ciencia y de ese arte.La política se degrada, conviértese en profesión. En los pueblos sin ideales, los espíritus subalternos medran con torpes intrigas de antecámara. En la bajamar sube lo rahez ...
... usaban arco y flecha.ReligiónLa religión de los arahuacos constituía una combinación de espíritus a los que rendían culto privado y público los hechiceros en los templos de la comunidad. Los cultos ...
... ruidosa e inconsolable, como el llanto de los niños, también tenía momentos de viril entereza, propia de los espíritus valerosos. Arrojose en su jergón, y quieta, y con los ojos cerrados, quiso morir ...
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... los asilos; si enloquecen, por acaso, diez hombres excelentes, encuéntrase a su lado un millón de espíritus vulgares: los alienistas estudiarán la biografía de los diez e ignorarán la del millón ...
... y transformada de la original de San Agustín «sonantes numeros atque corporeos». El concepto de «espíritus animales», aparecerá en realidad en Les passions de l’âme (1649) de René Descartes ...
... grano de arena y energizaba a los seres humanos.Las deidades principales, los Gan o “espíritus de la montaña”, poseen una inmediatez distintiva comparada con otras deidades de la región. La fuerza ...
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