... beso, y no es el labio;lo que rompe la voz, y no es el pecho:¡es un viento de Dios, que pasa hendiéndomeel gajo de las carnes, voladero (Intima)Gabriela MistralIntroducción - I. Nace la Cuenta-mundo ...
... fragantes pimpollos de rosa Enrique IV y a su esposo le arregló en el ojal de la levita un pequeño gajo de verde diosma. La vieja empezó a hacer ponderaciones de las flores. -Qué ricas están, hija ...
... diario hab& 237;a dos matas de claveles sin flor, y un cedr& 243;n que ya envejec& 237;a. Arrancole ella un gajo de la parte m& 225;s tierna y verde, y lo tuvo bajo la nariz un rato; refregolo luego ...
... sazonados y golosinas con miel y especias tentaban el apetito. Ella picó un gajo de uvas, sin sed. »-Refrescad vosotros... Todo es para vosotros...»Al balanceo de la litera se durmió con sueño ...
... percataban de ello; un queso se aplanó sobre la faz del inglés, rompiéndole el monóculo; un gajo de cerezas despedido por el hermano de Guardiana se estrelló en la nuca del ministro, embadurnándosela ...
... el labio;lo que rompe la voz, y no es el pecho:¡es un viento de Dios, que pasa hendiéndomeel gajo de las carnes, volandero Selección de poesía moderna de Gabriela MistralInterrogaciones -Desvelada ...
... y la costalada, en las que, al menor descuido, se deja un hueso, en una quebradura que suena como gajo que se astilla dentro de una bolsa.Salimos de barro hasta los ojos. Cinco vacunos agonizaban ...
LA vida cotidiana de Gabriela tiene dos aspectos bien definidos que se mantendrán por largo tiempo: la enseñanza, y mucha actividad social y literaria. Desde Los Andes viaja frecuentemente a Santiago ...
... fragantes pimpollos de rosa Enrique IV y a su esposo le arregló en el ojal de la levita un pequeño gajo de verde diosma. La vieja empezó a hacer ponderaciones de las flores. -Qué ricas están, hija ...
... Tierra la cara no iluminada, y, por tanto, un observador no podría ver desde la Tierra más que a modo de un pequeño gajo. Pero en el sistema copernicano Venus se mueve alrededor del Sol y más cerca ...
... tomara y los arbolitos, aunque en número de cuatro solamente, debían haber volteado alguna rama o gajo, que nos sirviera para hacer fuego.Hicimos pasar nuestras tropillas al campo y, luego de haber ...
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