... providencia. Una nueva contradicción salta entre la Providencia y su admisión del fatalismo estoico, con un hado inexorable que regula el destino de todas las cosas, incluido el hombre (Ad Aebut. lib ...
... que las que encontramos en Esquilo. Los hombres son todavía seres sujetos a la fatalidad; el hado juega con los hombres y los dioses, pero hay otra ley superior que regula los mandatos del destino ...
... vida honrosay del alma dentro, de virtudes llena,no la inconstante rueda presurosade la falsa fortuna, suerte o hado,signo, ventura, estrella ni otra cosadice ques causa que en el buen estadoque agora ...
... quellos pálidos y flacos”; diciéndolo por Casio y por Bruto. 63A lo que parece, no fue tan inesperado como precavido el hado de César, porque se dice haber precedido maravillosas señales y prodigios ...
... ayudar era cosa abominable. “Huya, pues, adonde le convenga para cumplir en otra parte su hado, y roguemos nosotros a los Dioses no nos castiguen de echar de nuestra ciudad a Mario, pobre y desnudo ...
Vergara Capítulo XIde Benito Pérez Galdós Agotada la preciosa colección de cartas que un Hado feliz puso en manos del narrador de estas historias (lo que no ha sido flojo alivio de tan rudo trabajo ...
... fuera, tu consejero y privado; pero de mi corto hado tamaño bien no se espera. & 160;& 160;& 160 ... sola soy sin ventura. 1240Es tan corto el hado mío, que no ha alcanzado...
... los dientes esos cerrojos del despotismo, yo lo har& 237;a, yo... porque he de ir a donde me llama mi hado feliz, y mi hado, fatum que dec& 237;an los antiguos, se ha de cumplir, y la v&...
... brazos dar la vida intenta a otro infelice, cuando estaba con la muerte agonizando.Polonia. Mísero peregrino, a quien el hado trujo, y el destino, a tan remota parte, norte vocal, mi voz podrá guiarte ...
... las personas. Confíase en la Providencia, que concebimoscomo algo personal y consciente, no en el Hado, que es algo impersonal. Y así se cree en quien nos dice laverdad, en quien nos da la esperanza ...
... cabeza humana fresca que se encontró en los cimientos del Capitolio, y que parecía anunciar que el hado de aquel lugar era ser cabeza de la Italia, y el fuego de Vesta, que encendido por las vírgenes ...
... los dientes esos cerrojos del despotismo, yo lo har& 237;a, yo... porque he de ir a donde me llama mi hado feliz, y mi hado, fatum que dec& 237;an los antiguos, se ha de cumplir, y la v&...
... u casa la mujer para el hermano, fuese a otro pueblo a Argos, tierra criadora de corceles, donde el hado había dispuesto que habitara reinando sobre muchos argivos. Allí tomó mujer, labró una excelsa ...
... a señal de las reses, para darle a entender que lo sucedido había sido disposición del hado, pareció que recibía algún alivio; por lo cual introdujeron también al filósofo Calístenes, que era deudo ...
... fortuito», de la piedra contra el acero, que hacía brotar la luz de repente. Así entendía el «hado» el buen marqués.Entre tanto, lejos de desalentarse en su empresa, cada día buscaba con mayor ...
... por el ancho dorso del mar. Por lo que a tise refiere, oh Menelao, alumno de Zeus, el hado no ordena que acabes la vida y cumplas tu destino en Argos, país fértil de corceles, sino que los inmortales ...
... , desistió y se entregó a talar el país, haciendo ánimo de invernar allí; pero no podía evitar su hado Había en Argos división entre Aristeas y Aristipo, y teniéndose por cierto que Antígono estaría ...
... . Hoy mueren diez, mañana mueren veinte,no basta gentileza y bizarríaa contrastar el hado, ni el sapienteal rústico ventaja le hacía.La gala y hermosura prestamente fenece, y el aviso y cortesía ...
... la punta de la lanza: “Huye, Mitridates.” Entendiólo éste, y habiendo partido en aquella misma noche para la Capadocia, el hado dio en breve cumplida a Antígono la visión que había tenido acerca ...
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