... , dos butacas, cuatro sillitas doradas, seis sillas con asiento y respaldo de esterilla, imitación jacarandá, una mesa haciendo juego, con piedra mármol, las varas necesarias de alfombra para la sala ...
Cuando la tierra continúe mis venashacia la rosa roja y el turpial,el río, la luna y el jacarandá.Cuando ya sólo el llano me recuerdecon una palma:Cuando una venada me adivineen el temblor del viento ...
... , puro como el carmín de sus mejillas, más tersas que la piel del armiño o las hojas del jacarandá.Su familia, los amigos de su casa, y hasta los extraños, la idolatraban. Su padre especialmente ...
... propio arquitecto cita como sus obras favoritas el restaurante de Xochimilco y la sala Jacarandá, de Acapuldo. También, en México compatibilizó esta actividad creativa con la docente en la Escuela ...
... ndo andaba por la calle y que, en la circunstancia, había puesto cuidadosamente sobre una de las consolas de jacarandá. También me ocupó don Néstor, anciano bajo y grueso, blanco en canas, de cara ...
2.723 palabras
Este sitio web utiliza cookies, propias y de terceros con la finalidad de obtener información estadística en base a los datos de navegación. Si continúa navegando, se entiende que acepta su uso y en caso de no aceptar su instalación deberá visitar el apartado de información, donde le explicamos la forma de eliminarlas o rechazarlas.
Aceptar |
Más información