... y allí palos clavados en el suelo, y hombres subidos en luengas escaleras poniendo lonas o percales, o dándoles manos sobre manos de pintura. Jamás se había visto en Madrid tal profusión de ornatos ...
... padecieron los furores de la intemperie, como engalanadas damiselas que en día de campo, vestidas con percales alegres, adornos vistosos y delicados de seda y tul, se ven sorprendidas por un chubasco ...
... Muñoz, y poseía muchos millones; en cambio, había un Villuendas tabernero y otro que tenía un tenducho de percales y bayetas llamado El Buen Gusto. El parentesco de los Villuendas pobres con los ricos ...
... relacionada; un primo suyo desempeñaba la secretaría del Casino de Industriales; una tía ricachona vendía percales, franelas y pañolería en la calle estrecha de San Efrén; la mayor parte de sus amigas ...
... arm& 243; frente al Ayuntamiento. En esto llevamos ventaja a Madrid, donde no se ven m& 225;s que percales indecentes para festejar los grandes sucesos. Toc& 243; la m& 250;sica el himno, por variar ...
... orgullo... Hay, en efecto, una modesta hija de un ex-sargento, de un teniente, vestida de percales, que bien puede tener debajo de ellos esta escultura ideal.No se mueve la figurita linda, acogida ...
... Según me dijo, había pasado su niñez en un comercio de la calle de la Montera midiendo percales y bayetas, soñando siempre con ser rico y despreciando a su principal, un hombre apocado que tomaba ...
... y azules prendidos con alfileres; pa& 241;uelos de seda con piezas de docena, ondulados como nacarado oleaje, y percales estampados, mostrando p& 225;jaros fant& 225;sticos y ramajes quim& 233;ricos ...
... , a saber: pa& 241;uelos del Bearne, g& 233;nero muy com& 250;n entonces, percales ingleses, que desafiaban en la frontera portuguesa las aduanas del bloqueocontinental; art& 237;culos de lana ...
... trastienda, mirando los fardos apilados con la misma expresi& 243;n que si en vez de pa& 241;os, percales e indianas contuviesen un enorme tesoro, toneladas de oro en barras, celemines de brillantes ...
... y allí palos clavados en el suelo, y hombres subidos en luengas escaleras poniendo lonas o percales, o dándoles manos sobre manos de pintura. Jamás se había visto en Madrid tal profusión de ornatos ...
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