... n una excelente mortaja, sobre todo, si se añadía un sayo de los que había colgados como ex-votos en ... Pipá fuese capaz de coger del altar un sayo de aquellos: faltaba la careta. Y...
... 243;n con tanta franqueza, me expuso sus ideas y planes de vida con tanta sinceridad, que al salir me dije para mi sayo: & 171;S& 237;, es preciso d& 225;rsela. Le corresponde de hecho y derecho& 187 ...
... con las manos en los bolsillos-. Va mejor.-¿Pero qué tiene este bruto para estar tan malhumorado? -me dije para mi sayo.Sacome pronto de dudas, pues era Constantino tan rudo como inocente, incapaz ...
... las venganzas vida sin sosiego, unas llaman a otras y todasa la muerte. ¿No es loco el que, si el sayo le aprieta, se mete unpuñal por el cuerpo? ¿Qué otra cosa es la venganza, sino hacernosmal ...
... ret& 243;rico de aquella firm& 237;sima provocaci& 243;n caballeresca o matonil. Don Wifredo, dentro de su sayo, tembl& 243; y solt& 243; la risa.Puso punto final Moret en su gallarda peroraci& 243;n ...
... de puro rubio, muy lacio y que cae hasta la nariz, barriguilla hidrópica, fruto de la alimentación vegetal, sayo que respinga por delante, pies zambos, magníficos ojos negros que se clavan fascinados ...
... ;as, & 191;qu& 233; sabes t& 250; lo que es religi& 243;n?-Me lo ense& 241;an los de sayo y sandalia, a quienes se puede decir... & 171;Je, je, son tontos y piden para las & 225;nimas& 187;.-Cuando t ...
... , que D. Lope, refrenando sus ganas de comérsela a besos, se llenaba de melancolía, diciendo para su sayo: «Le ha salido talento... Sin duda ama». No pocas veces la sorprendió en el comedor, a horas ...
... o fatigado de la caminata, harto presurosa para sus flacas piernas, Mancebo refunfuñaba para su sayo: «Pero este D. Ángel me toma a mí por un azacán. Harto sabe que yo soy un águila para funciones ...
... e. Adi& 243;s& 187;.Intern& 225;ndose a buen paso en la olmeda que conduce a la ciudad, dec& 237;a para su sayo el bueno de Estercuel: & 171;El pobre se& 241;or, reverdecido en la ni& 241;ez, est& 225 ...
... el café, donde estarán Milagro, Centurión y demás hambrones, ladrando de envidia y cortándote cada sayo que dará miedo. Pero tú no hagas caso, que lo que es Milagro, si le dieran lo que a ti te dan ...
... cort& 233;smente para dar paso a otras y otros que acud& 237;an a m& 237;, dije para mi sayo: & 171;Conquista tenemos& 187;. Largo rato dur& 243; el sofocante jubileo de pl& 225;cemes y apretujones ...
... . Esos son los dos principiosque a mí me han guiado. Después, que cada uno haga de su capa un sayo.Yo no me atrevo a decir más que eso. Y que no se sea excesivamenteosado. Si no estás dotado ...
... toda escena arcádica, complemento apócrifo al relato, lo representa el tercero, como danzante que viste un sayo corto, tiene el pelo «à la écuelle» con la nuca y las sienes afeitadas —siguiendo ...
... dióse un rasguño muy cerca del ojo con un cabo de oro de los que trae en la cuchillada del hombro del sayo, parece mas de alfiler. La cosa ha sido tan desacata como v. sª ve, pero por ser muchachos ...
... internacionales como Cassina, Driade, Enea, Flos, General Electric, Oken, Permasa, Rosenthal, Sayo, Sara Lee, Seat y WMF. La mayoría de sus creaciones figuran en colecciones permanentes de museos ...
... (término de Benasque), tarea para la que contó con la colaboración de su amigo José Sayo. Así mismo, fue un destacado fotógrafo; brilló especialmente en las fotografías panorámicas, en las que puso ...
... . Íbasea mis pajas y trastornábalas, y a mí con ellas, pensando que se iba para mí y seenvolvía en mis pajas o en mi sayo, porque le decían que de noche acaecía aestos animales, buscando calor, irse ...
... el sombrero y tú darás una discreta cabezada en señal de aparente sumisión, rezongando para nuestro sayo: Adiós, Reverendo, vive y triunfa, que ya te llegará tu hora». Cánovas de Benito Pérez ...
capisayo n.m. Vestidura corta que sirve de capa y sayo. 2. Vestidura común de los obispos. 3. Col. Camiseta.
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