... Moisén, más por necesitar della que por este milagro, ansí viene a ser esa ocupación agua de zarza contra la mala ventura. Desatáronnos a mí y a la dicha Marica, que conmigo lo estaba, la cual, ansí ...
... dejo caer Mi ira.Soy benévolo para con los que confían en Mí.Soy el que no soy,soy una zarza ardiendo y no lo soy,pero a aquellos que preguntan:¿a quién hemos de venerar? ¿quién ocupa el primer ...
... grave angustia. Aquí se atollaba en el fango que dejaron las aguas detenidas; allá daba con los restos de una zarza espinosa que le desgarraban los pies; luego un ceiba gigante caído pocos momentos ...
... ; encantadores porque están llenos de blancuras verdosas de saúco, palideces rosadas de flor de zarza, elegancias airosas de digital, enredadas cabelleras de madreselva que vierten fragancia, cuentas ...
... la helada mano de la misma muerte. -¡Ah, desgraciada princesa de Lamballe -exclamó La Zarza-. No te valen ni tu hermosura, ni tus riquezas, ni tu ilustre cuna, ni ser amiga de la reina, ni ser hija ...
... salir de allí a la vieja que la guardaba, y he sacado todos mis papeles. No encontrarán más que a La Zarza y el cadáver de la pobre Susanita. -¡Oh , no la nombre usted -dijo Cárdenas con nuevo ...
... ;as y prado, respetando la huerta, donde les prohib& 237;a la entrada, con muy mal gesto, una cerca de zarza erizada de p& 250;as.El sitio no era prodigio de hermosura pero s& 237; muy agradable y ten ...
... de su Majestad, Presidente del Consejo Supremo de Italia, Comendador de la Encomienda de la Zarza, de la Orden de Alcántara.Aquellas coplas antiguas, que fueron en su tiempo celebradas, que comienzan ...
... en el s. XV. Trabajó al servicio de Renato I de Anjou, para quien realizó el tríptico de La zarza ardiendo (1476) . Sus obras reflejan influencias del gótico flamenco y del incipiente renacimiento ...
... , que aparecer& 237;an despu& 233;s blancos, oscuros y color de rosa: ni una maleza, ni una zarza, ni un cardo se ve& 237;a a lo largo de los agaves del fondo, al final de cuya l& 237;nea de pitacos ...
... dominado por perpetua cólera. Su rabia insensata y su excitación le asemejaban al pobre La Zarza, más loco sin duda, pero menos repugnante. Muriel, después de hablar largamente con aquel que ahora ...
... sentimental, le pusieron en un estado místico que él comparaba al que debió experimentar Moisés ante la zarza ardiendo.Vino después un oratorio de Handel a poner el sello religioso más determinado ...
... a hembra del lado de Turleque, porque Jusepa era geniuda, envidiosa, con más púas que una zarza, y como animal doméstico acostumbrado a campar solo en la finca, gruñía y mordisqueaba a los intrusos ...
... pobre traje; pero hilando, sin embargo, en medio de este lujo improvisado, como una rosa en una zarza.-Tú eres la más pobre y la más rica, exclamó; ven, tú serás mi esposa.Presentole ella la mano ...
... y desconcertó a la pobre muchacha fue ver que la gentil imagen estaba cogiendo moras de zarza... y comiéndoselas.Empezaba a hacer los juicios a que daba ocasión esta extraña conducta de la Virgen ...
... los delitos de la se& 241;& 225; Gertrudis; como Mois& 233;s cuando vislumbra a Jehov& 225; en la zarza ardiente, as& 237; nos quedamos todos, mudos, fr& 237;os, petrificados de espanto. El ap& 243 ...
... juzgar, como quien apreciala cosecha del campo antes que madure;que yo he visto primero todo el inviernoestar la zarza rígida y feroz en sus púas,mas luego cubrir de rosas su cima;y barco he visto ...
... aquella carne blanca que debía de saber a manzana fresca, entre verde y madura Llegamos a la zarza que limitaba por aquella parte el prado Somonte, el cual doblaba, como un manto de terciopelo verde ...
... campo aficionado,Un jardín en su pueblo tenía.Adquirid la huerta de al ladoY la cercó de penca y de zarza bravíaLa col y la lechuga en la huerta se daban,En el jardín las flores no sobraban,Pero había ...
... y hermosas rejas, cuyas obras se deben, entre otros, desconocidos, a Juan Guas; Vasco de la Zarza, cuyo sepulcro de Alonso de Madrigal, el Tostado, es impresionante; Juan Rodríguez; Giraldo; Juan ...
4.378 palabras
Este sitio web utiliza cookies, propias y de terceros con la finalidad de obtener información estadística en base a los datos de navegación. Si continúa navegando, se entiende que acepta su uso y en caso de no aceptar su instalación deberá visitar el apartado de información, donde le explicamos la forma de eliminarlas o rechazarlas.
Aceptar |
Más información