... arborescentes.La hierba se elevaba entonces a cinco o seis pies de altura e iba dejando su sitio a las plantas acuáticas, a las cuales la humedad, ayudada por el calor estival daba proporciones ...
Odisea Canto XIV: Odiseo en la majada de Eumeo.de Homero 1 Odiseo, dejando el puerto, empezó áspero camino por lugares selvosos, entre unas eminencias, hacia donde le había indicado Atenea que ...
... que eran un lenitivo para sus pesares. Por desgracia la buena mujer murió cuando más falta hacía dejando a aquellas niñas solas. Gilberto era muy malo. Cuando él salía echaba la llave a su puerta ...
... se separó de mí, como el árbol de la raíz cortada por el hacha, y volvimos del lago sagrado dejando nuestros muertos en la arena de la orilla, se me obligó a recibir del anciano Yahuarmaqui el cinto ...
... en la de aquella angelical criatura, le he dicho, colocando su mano sobre mi corazón y dejando hablar a mi conciencia:»-¡Si llego a arrepentirme algún día, yo se lo diré a usted para que rechace ...
... ia Vetusta cantando entre dientes, y tiraba al alto el capullo que volvía a caer en su mano, dejando en cada salto una hoja por el aire; cuando el botón ya no tuvo más que las arrugadas e informes ...
... dicho esto, vieron salir del Salón de Lectura, pasito a paso, a un anciano de afeitado rostro, dejando en su maxilar la menor cantidad de patillas blancas. Usaba gafas de présbita, muy fuertes; andaba ...
... s con sus fr& 237;os cuerpos; defendimos el paso de la brecha, y los franceses se retiraron, dejando mucha gente al pie de la muralla. Volvierona disparar los ca& 241;ones, y el reducto inconquistable ...
... recoletea al lejos. A veces se le ve azulear en la superficie de las olas, a veces queda inmóvil, dejando a flor de espuma su hocico redondo y sus ojos saltones; a veces rebrinca dando aletazos ...
... en su propio domicilio un anexo del ministerio donde se amontonan las secretarias y las máquinas de escribir, dejando para Clementina y sus hijos sólo un par de habitaciones.Además, juega dos cartas ...
Los problemas presentados en este capítulo pertenecen a un grupo muy interesante; con ellos se propone hallar el valor mayor o el menor de cierta magnitud. Estos problemas pueden ser resueltos por ...
... a aquel joven extranjero vestido tan suntuosamente. Y tras de portarse de tal modo, se retiró él, dejando a todo el mundo maravillado de su liberalidad, de su belleza y de sus modales distinguidos ...
... entró triunfante por la puerta del hórreo...Las espigas de maíz no lo llenaban hasta el techo, dejando algún espacio suficiente para que dos personas minúsculas, como Perucho y su protegida, pudiesen ...
... la muerte, que rige la guerra. Los áureos sonidos anuncian el advenimiento triunfal de la Gloria; dejando el picacho que guarda sus nidos, tendiendo sus alas enormes al viento, los Cóndores llegan ...
... , d& 243;cil la ca& 241;a a la mano de Gerardo, part& 237;a veloz la golondrina de mar, dejando en su camino luminosa estela, adonde bajaban entre notas estridentes las aves de las costas.La sombra ...
... Monteclaro, el cual permanecía absorto.Aquella dama era Elena.El duque se acercó a la Reina, dejando solos en medio de la cámara a los dos amantes.No solos, pues a tres pasos de ellos estaba la Muerte ...
... que parec& 237;an correr al mismo paso hacia el nordeste, siguiendo a las tropas con su sombra y dejando caer sobre ellas a trechos algunas gotas pesadas que produc& 237;an en los rostros y cuellos ...
... la joven hasta tropezar con el lecho. En él se arrojó sollozando, hundiendo en los almohadones el rostro, dejando a su cabellera caer suelta, ondulante, al largo de la espalda, como un velo ritual ...
... a sus ecos, m& 250;ltiples parejas.De una parte, polleras y enaguas un tanto morenas sacudidas, dejando ver pantorrillas bien torneadas cuando no tiesas cachilas enfundadas en medias de algod& 243;n ...
... en la boca de una á otra piezaexaminando los adornos y comodidades de su nueva casa, abría el piano,dejando que sus dedos corriesen sobre las teclas. Así pasaba lashoras, recordando romanzas ...
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