... en aquel hogar tan pobre en su hidalguía, tan acongojado con los apuros de cada cena, de cada par de zapatos, de cada teja que se rompía, de cada árbol que se secaba. Soñaba yo, así literalmente ...
... esto,volcó la lata y salió una gran cantidad de polvo rojizo, que recogieron enun periódico. Había un par de kilos.<<<La lucha por la vida III "Aurora roja" de Pío Baroja PrólogoPrimera ...
... Pizarro y don Juan de Orellana, y allí de nuevo refirieron el suceso de Feliciana, y ponderaron, al par de su voz, su discreción y el buen proceder de su hermano y de su padre, exagerando Auristela ...
... regarderai passer comme un ruisseau qui coule devant nous, et dont le mouvement égal finit par nous communiquer une sorte de calme.MADAMA DE STAËLSe pasaron meses. Teresa volvió a la sociedad; reía ...
... echado almendras. Lo mismo era para & 233;l la ra& 237;z en& 233;sima que para otros dar un par de brincos. Los t& 237;os aquellos, tan sabios, se miraron absortos, declarando no haber visto caso ...
... & 237;do la se& 241;ora la servidumbre? & 191;No ha venido con la se& 241;ora alguna otra madre, o un par de madres, o media docena de madres?Incapaz de responder a estas preguntas, la monja call& 243 ...
Aulnoy, Marie-Catherine Jumel de Berneville, condesa de) (Barneville-la-Bertran, 1650 - Par�s, 1705), escritora francesa, especialmente conocida por sus Cuentos de hadas, sus Memorias secretas sob ...
... dolorosísimo. No podía hablar; sólo podía quejarse; y cuando su breve aliento le concedía el goce de un par de palabras, era para extraer alguna idea del inagotable depósito de su bendito optimismo ...
... había de ser bieneducado para mi destino en la sociedad, con tales conocimientos que estuviesen a la par con los de losjóvenes que gozan de una situación próspera. Yo, desde luego, di mi conformidad ...
... . De su nuevo aspecto s& 243;lo le causaba satisfacci& 243;n la gruesa cadena de reloj y un par de sortijas con enormes culos de vaso, distintivos de su fortuna que le produc& 237;an infantil alegr ...
... kilómetro, vive la tía Guarnición: malo será que quien llame a su puerta no halle dentro un par de juventudes ni feas, ni ariscas, ni incapaces de cantarse una copla y darse dos pataítas de fandango ...
... ¡Éstas son vergüenzas que no admiten los Rivas Con acento que busqué conmovido y firme a la par:-Bien sabe, don Higinio -repliqué-, bien sabe que quiero casarme y que ya lo habría hecho si no fuera ...
... las únicas que se escaparon de sus labios durante el viaje. Por mi parte estaba encargado de un par de linternas, mientras Legrand se había contentado con el escarabajo, que llevaba atado al extremo ...
... portugu& 233;s. En cada posta o parada, la negra, le serv& 237;a con solicitud, a la par de sus amos. El cari& 241;o que parec& 237;a profesarle, y el esmero extremoso en atenderlos, redoblando ...
... rico oriente... -Cuando preciosa el panderete toca... -Cuatro redondillas castellanas -De la virgen sin par, santa y bendita... -De Turia el cisne más famoso canta... -El casto ardor de una amorosa ...
... rico oriente... -Cuando preciosa el panderete toca... -Cuatro redondillas castellanas -De la virgen sin par, santa y bendita... -De Turia el cisne más famoso canta... -El casto ardor de una amorosa ...
... en la morada del párroco.La lectura de la carta firmada por el señor marqués de La Mole,par de Francia, y el propietario más rico de la provincia, dejó pensativoal cura Chélan.-¡No se atreverán ...
... crea y se salve, aunque yo le pierda; y si el peso de sus errores ha de vencerle, que no me falten fuerzas par llevar con resignación la cruz de mi desventura De tal palo, tal astilla de José María ...
... , sonaron, amortiguados por los cortinajes, dos chasquidos leves y misteriosos, que los sinti& 243; Nelet como un par de pu& 241;aladas. Tal vez era el piano que cruj& 237;a o la hoja del cuaderno ...
... la gala, es vida del valor.Campea igualmente en un caudillo al lado del valor el despejo, y en un rey a par de la prudencia.No se le reconoce menos en el día de una batalla a la despejada intrepidez ...
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