... porteros negros de un saloon donde se juega fuerte, le relata con voz indiferente que en esa sala uno de los negreros más conocidos de la ciudad se jugó a las cartas un hijo tenido con una esclava ...
... -3-XII-1942), de padre español, estrenó la obra completa en diferentes fechas: el primer libro en ParÃs (Sala Pleyel, 9-V-1906), el segundo en San Juan de Luz (11-IX-1907), el tercero en el palacio ...
... , en general, para la gente de cumplido... Haga usted el favor de pasar aquÃ... Gabriel entró. La sala estaba tan simpática, tan tentadora, tan fresca como la vÃspera; la pantalla de encaje filtraba ...
... medio para preservar las bastas esteras de esparto que cubrÃan los rajados ladrillos del pavimento de su sala. Si don Modesto dejaba caer una aceituna en el mantel, Rosita se estremecÃa; si una gota ...
... su hija no le sorprendiera tanto. Levantóse, y echándose sobre la más próxima de las sillas, que adornaban la sala, se cubrió el rostro con las manos y empezó a dar rienda a su amargura. Tan incapaz ...
... y su corona de flores de azahar, acompañada de la madrina de boda y de su hermana Lvova, estaba en la sala de casa de los Scherbazky y miraba por la ventana aguardando en vano desde hacÃa media hora ...
... chiquitita, tan proporcionada para una sola persona... & 161;Qu& 233; magn& 237;fica sala para estudiar, para andar a bofetadas con los libros y entretenerte con papeles, con apuntes, con n& 250;meros ...
... Nacional.Emigrantes en la aduana de Nueva York. Estampa de Schuler. ParÃs. Biblioteca Nacional.Sala de espera para emigrantes en la estación de la «Union Pacific», en Omaha. ParÃs. Centro cultural ...
... Vine aqu& 237; despu& 233;s del lance ocurrido en mi casa, y hall& 225;ndome en esta misma sala, lleno de confusi& 243;n, perplejidad y amargas dudas, resolv& 237; hacerte una visita. Ya ves cu& 225 ...
... visir y a la caravana invisible.Al dÃa siguiente, muy temprano, el rey sentóse en la sala de reunión, con el visir a su lado. Y mandó llamar a la princesa para informarse por ella de lo que le habÃa ...
... niña, Marius sólo pensó en leer la carta.Tendió suavemente a Eponina en el suelo y se fue a la sala baja. Algo le decÃa que no podÃa leer la carta delante del cadáver. La carta iba dirigida ...
... y participa en reuniones. Con enorme cansancio lee su Mensaje en la solemne sesión celebrada en la gran sala de las Naciones Unidas el 10 de diciembre de 1955. Su voz de poeta se alzó para denunciar ...
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