... & 237; sobre la nieve.Nos dispararon varios tiros; el Crudo cay& 243; a mi lado y una navaja atraves& 243; mi manga derecha roz& 225;ndome la piel... S& 233; que corr& 237; hacia un punto donde sent ...
... llevaba patillas cortas, que entre losmarinos franceses solían llamar patas dé conejo, y por debajo de la manga se le veían en las dos muñecasunas anclas tatuadas, de color azul. Tenía la nariz larga ...
... cuya carrera me entré en la caballeriza, donde en un instante que volví a salir traía ya en la manga la fina y al cuello la falsa, porque no era razón que habiéndosela sacado ellos a mi compañero ...
... movía un poco la cabeza, y se sobaba el codo izquierdo, haciendo subir y bajar la manga de la levita con todo el hueco de la mano derecha aplicada allí. Por aquel portillo, es decir, por la dulce ...
... de un cajoncito. Ajustó la delicada aguja con sus largos, blancos y nerviosos dedos y se remangó la manga izquierda de la camisa. Durante unos momentos, sus ojos pensativos se posaron en el fibroso ...
... mi corazón bajo sus demostraciones de deferencia, poco tiempo transcurrirá sin que lleve mi corazón sobre mi manga para darlo a picotear a las cornejas. ¡No soy lo que parezco RODRIGO.- ¡Qué suerte ...
... entre sus dedos húmedos y viscosos. En vano me esforzaba en soltarme; pasó mi brazo por debajo de la manga de su gabán, color chocolate, y me vi obligado a acompañarle.-¿Volvemos a casa? -dijo Uriah ...
... torreón, y serás coronela y brigadiera; te podrás poner galones en una manga y entorchados en la otra. Por lo que a mí hace, que voy a ser subalterna, me alejo respetuosamente de este estado mayor ...
... , como he dicho, y acercándose poco a poco a la escolta, logró esconderse en la manga una cuchilla de zapatero.Los registros eran frecuentes, inesperados y minuciosos; estaba terminantemente ...
... más prudente que siguiera sin él, y comprendiendo que tenía razón, me sequé los ojos con la manga y dejé de llorar.Había dejado de llorar del todo; pero a consecuencia de mis emociones, todavía ...
... el nombre de Jesús por las calles a vozes, y, en llegando algunos a besarles la ropa, sacavan de la manga una calabera, en cuyo cerebro estava una cruz, y, dándosela a besar, se la mostravan diziendo ...
... sé todo — exclamó extendiendo la mano hacia él con un gesto de reina. La punta de su dedo tocó una manga de Mergy y le hizo estremecerse.— Haré lo que mejor pueda — dijo al fin.— Me gusta ...
... demás era tan tolerante, que hasta podía sospecharse de su criterio moral por lo ancha que tenía la manga para perdonar extravíos ajenos. Amaba el silencio, amaba la paz, y le amaba a él, a Bonis ...
... es que ya no hay ni que soñar con un buen partido, o un muchacho tronado que tenga la manga ancha, o un cursi que por casarse conmigo pase por todo. -Luego, con desaliento-: ¡A mí todo me es igual ...
... ch& 225;piro -dijo D. Fernando golpeando el suelo con la contera de la espada-, ha de haber un poquito de manga ancha. Ya se ve: siempre en campa& 241;a al sol y al fr& 237;o, comiendo poco y bebiendo ...
... comenzado ya el negocio, y de ellos salían hombres de aspecto rudo, limpiándose la barba con la manga después de su trago matutino. Perros extraños iban de un lado a otro y nos miraban con curiosidad ...
... pareció no oír la frase. El de las tres cartas se levantó molestadopor la descortesía, y dando en la manga al Valencia con el revés de lamano, repitió su frase, recalcando palabra por palabra:-He ...
... por las expediciones piráticas con que en varias épocas habían atemorizado las costas del canal de la Manga o Mancha, que divide a Inglaterra de Francia. A éstos llamó por auxiliares el débil e ...
... , bebi& 243; del agua pura hasta saciar su sed. Reincorporose enseguida, pasando la manga por sus labios, sin preocuparse del ruido de sus espuelas; y, tirando del cabestro, hizo tender el cuello ...
... a lo religioso y al arreglo de su alma. La confesó el Padre Laforga, hombre para el caso y de manga anchísima, que hubo de perdonar a la pobre mujer todos sus pecados; y en verdad, el arrepentimiento ...
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