... gente. Era el último día de jolgorio y vagancia para el pueblo. Se celebraba la fiesta del Cristo, y por la tarde la música se embarcaría para Catarroja, dejando al Palmar sumido en su tranquilidad ...
... , eran el símbolo vivo y eterno de aquella generosa idea que convertía hacia el sepulcro de Cristo los ojos y el corazón de toda la cristiandad. En su guerra con los infieles nunca daban ni admitían ...
... enemigos, no he de vengarme de ellos, sino obligándoles a disfrutar de mi perdón según ordena la ley de Cristo. Haz tú lo mismo, Aznar; hazlo por amor de Dios y de mí. -¿Qué es perdón? -repuso ...
... que embelecan. Yo estoy aquí sin meterme con nadie.-Eso es nonada -dijo Juan Ramos-, que voto a Cristo que los diablos me hicieron tener una gata. Más me valiera comerme de ratones, que no me dejan ...
... Cordero, que est& 225; con pulmon& 237;a?-Iba mejor, pero ha reca& 237;do. & 161;Cristo, qu& 233; desgracia -exclam& 243; Sagrario en un desentono tan singular que parec& 237;a enjuagarse la boca ...
... que piensan en el porvenir, lo encarnan en un ideal o forjan un imperio, a Sócrates y a Cristo, a Aristóteles y a Bacon, a César y a Washington?Los aplaude, porque toda la sociedad tiene, implícita ...
... para humillar que para engreír. Si todos los esfuerzos de la imaginación no bastarían a representarnos a Cristo de frac, tampoco hay razonamiento que nos pueda convencer de que esta comedia palaciega ...
... en las orillas.Cuentos y leyendas de Gustavo Adolfo Bécquer Leyendas:Creed en Dios -El Cristo de la calavera -El beso -El caudillo de las manos rojas -El gnomo -El miserere -El monte de las ánimas ...
... en capital (1200).Al año siguiente, fundó la Orden de los Hermanos de la Milicia de Cristo o de los Portadores de Espada, a los que el papa dio el estatuto de los Templarios. Llevaban una capa ...
... las condiciones para que se graben en su memoria. No me escriba usted ni una letra, por los clavos de Cristo... Y por último, nada he de decirle de la reserva, de la absoluta reserva... -¡Por Dios ...
... amargo y ahelear a nuestrasconcupiscencias, diga el espíritu: ya eso está almibarado, sabroso,regalado y dulce, pues Cristo, nuestro redemptor, lo manda. Yque, si me hirieren la una mejilla, ofrezca ...
... as& 237;: & 171;Amor ardiente a las rentas, honores y mandos de la Iglesia de Cristo. Los que poseen este amor saben unir todos los extremos y atar todos los cabos, y son tan diestros que a fuerza ...
... tiempo atrás, desterrado de mis labios, en los que las contestaciones se limitaban a un sí o un no, «como Cristo nos enseña», sin aditamento alguno de señor o don, como nos enseña la cortesía ...
... ser joven. Era alto, algo cargado de espaldas, con una cabeza de judío hermoso que hacía recordar la de Cristo en las pinturas religiosas: la nariz extremadamente aguileña, la tez de un moreno pálido ...
... mo fue ver las telas y la modista, empieza a echar por aquella boca unas herejías... ¡Santo Cristo Yo me quedé... Nada: todo se le volvía pisotear la tela y dar con el pie a los figurines, diciendo ...
... no pudo ver: allí se les leía la cartilla de sus obligaciones, y se les tomaba juramento delante de un Cristo que para el caso sacaban de un armario. Afiliados estaban no pocos servidores del Conde ...
... de ánimas, cada día más e más, así de los nuestros cristianos, como de esotras gentes, llamadas por Cristo a la hora ya undécima de la tarde para salvarlas eternamente, donde con grandes trabajos ...
... a chicos y grandes; un día se cargó de razón, como él dijo, y se plantó, y aseguró que ni Cristo había pasado de la cruz ni él de allí; de otro modo, que María Pendones tenía que pagar las rentas ...
... cuentas.En el muro derecho hay un San Pedro rodeado de ex votos.-En el izquierdo preside un Cristo de negra cabellera, barba despeinada y cutis de caoba. Es horrible. Su boca se contrae como si fuera ...
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