... contemplado de hito en hito,se desvanece el mundo como un sueño;y a veces, cuando atónito medito,de un lado y otro, más fatal, más fosca,su inmensa curva enroscala siniestra espiral de lo infinito ...
... Isabel. Fernando se repuso, pero la reina se agravó. Como escribÃa Pedro Mártir, que se mantenÃa a su lado, todo su sistema se hallaba dominado por una fiebre que la consumÃa; rechazaba los alimentos ...
... , exclam& 243; as& 237;:-Padre, perd& 243;nale.Gil de la Cuadra movi& 243; la cabeza a un lado y otro. Despu& 233;s dijo con voz ronca:-No, no.Hubo otra pausa. El mismo enfermo, cuyo febril esp& 237 ...
... posible. ¿En bienes? Enhorabuena; dejemos a un lado la justicia y hagamos el repartimiento; al cabo ... una de nuestras razones que claudicaba por un lado? Se acudÃa, desde luego, a...
... e innovando sobre los disenos del otro lado del Atlántico. Las necesidades del nuevo continente era ... el primer objetivo de los coches del otro lado del Atlántico. El lujo vendrÃa...
... -& 161;Gracias, gracias, mil gracias -dijo galantemente el h& 233;roe saludando a un lado y otro-. Pero apartarse, apartarse, se& 241;oras.El sobrino de D. Benigno pas& 243;; pero un grupo le detuvo ...
... un melenudo artista sentose en la banqueta próxima al piano, y empezó a aporrear las teclas de este. A su lado, un hombre flaco y pequeño cogió el violÃn, y rasca que te rasca, se estuvo media hora ...
... Lo dejaba hablar ella, inmóvil en silencio, la vista baja como si nada oyese, como si nadie allà a su lado estuviese: -Es menester, es fuerza que concluya esto, sin embargo -con un vivo movimiento ...
... dormir una breve siesta. Aquel d& 237;a, Cristina, quedose con & 233;l en la estancia y se sent& 243; al lado del lecho real. El Rey cerr& 243; los ojos sin decir nada, y pareci& 243; que se dorm& 237 ...
... semana le pareció terriblemente larga y penosa. Durante toda ella experimentaba el sentimiento de un hombre al lado de un loco peligroso, temiendo, a la vez, la agresión del loco y perder la razón ...
... . Al cabo de media hora la estación quedó vacÃa y silenciosa otra vez. Enfrente y un poco hacia un lado habÃa una mancha clara de arena entre las vÃas, como si el aire la hubiera traÃdo desde el mar ...
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