... el Estamento de próceres, senador vitalicio del reino, gran oficial de la Legion de honor de Francia y de Cristo de Portugal, padre de la muy noble provincia de Álava, nació en Madrid el 23 de febrero ...
... él un espadón unido al tahalí. Con todo respeto cogí las armas para colocarlas en otro lado... ¡Cristo Padre Nunca tal hubiera hecho. Aún no había puesto mi mano pecadora en aquellos instrumentos ...
... he repugnado hasta aquí entrar en religión. No me juzgaba merecedora de ser esposa de Cristo. En esto no he variado, sino para juzgarme aún menos merecedora. En lo que sí he variado es en reconocer ...
... de su pedestal.Cuentos y leyendas de Gustavo Adolfo Bécquer Leyendas:Creed en Dios -El Cristo de la calavera -El beso -El caudillo de las manos rojas -El gnomo -El miserere -El monte de las ánimas ...
... desdicha, Argel, galeras,locura, perdición, deshonra y llanto.Sonetos de Baltasar del Alcázar A Cristo -Al amor -Cercada está mi alma de contrarios -Di, rapaz mentiroso -La mujer celosa -Yo acuerdo ...
... , que no podía recordarlas más que en masa. Junto con sus pecados revelaba sus esperanzas: su fe en Cristo, que vendría nuevamente a salvar a los pobres; su encuentro misterioso de cierta noche ...
... CARLOSGoceisos los dos mil años. 1155(Sale GASCÓN.) GASCÓN¡Dos horas, cuerpo de Cristo con la prisión jardinera Si supieras los mosquitos que me daban garrochón. Pero ¿qué es esto que miro?, 1160 ...
... de su esposo.Cuentos y leyendas de Gustavo Adolfo Bécquer Leyendas:Creed en Dios -El Cristo de la calavera -El beso -El caudillo de las manos rojas -El gnomo -El miserere -El monte de las ánimas ...
... que aquí veo, la de Joaquín Pez? Te desconozco. Tú no eres yo. Yo era hermoso, y tú, con esa palidez de Santo Cristo viejo y sin barniz, das grima. Mis ojos derramaban la alegría y la felicidad ...
... tema principal representado por la estatuaria gótica es el religioso (escenas bíblicas, Cristo, la Virgen y los Santos, y representaciones simbólicas), bien como parte integrante de la arquitectura ...
... acomodándome al entremés famoso de La Perendenga, le respondo que me viva el Veinte y cuatro, mi señor, y Cristo con todos. Viva el gran conde de Lemos, cuya cristiandad y liberalidad, bien conocida ...
... Estrecha y larga la calle, hallábase él de la muchedumbre a más de doscientos metros. Pasó un Cristo en una apoteosis de resplandor; y, en seguida, unas bengalas rojas y verdes alumbraron las rojas ...
... otros anhelos de volar más alto, de ser obispo, jefe de la iglesia española, vicario de Cristo tal vez. Esta ambición de algunos momentos, descabellada, pueril, locura que pasaba, pero que volvía ...
... ún la persona (maestro) que las predica.Sectas fundamentalistasEjército de Salvación, Iglesia de Dios en Cristo, Asamblea de Dios, Asamblea Apostólica.Sectas adventistasAdventistas del Séptimo Día ...
... quería; le digo que buscaba mi gabán, lo encuentro, yentonces se me ocurre mirar hacia la sala. ¡Cristo La cosa era terrible;me pareció que había cuarenta o cincuenta muertos. Bajé a las butacas.< ...
... al contrario, es un pretexto para variar un poco la comida. Todavía no ha muerto la religión de Cristo.¡No ha muerto No; apenas han dado las diez, el sábado, por la mañana, empiezan a chisporrotear ...
Novelas y cuadros de la vida sur-americana El corazón de la mujer – Isabelde Soledad Acosta de Samper «Bueno es para mí, Señor, que me hayas humillado, para que aprenda tus justificaciones, y ...
... partidas volantes, porque tengo para m& 237; que nos afea la causa el espect& 225;culo de Cristo con un par de pistolas.-Lo que dice vuecencia me parece muy atinado -declar& 243; Fago con fr ...
... engañosa, que le persigo benigna. ¿Es esta mudanza digna de una mujer generosa? 880Cuerpo de Cristo, constante en el desdén o afición, o bien siempre requesón o bien turrón de Alicante. ¡Qué traza ...
... entra para enroscarse en la banqueta junto a los pies de D. Felic& 237;simo. Encima de la mesa, se ve un Cristo peque& 241;o atado a la columna, con la espalda en pura llaga y la soga al cuello, obra ...
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