... renunciar otra vez, ni por un momento, a mi individualidad, tan señalada en el pueblo y tan desvanecida e insignificante en aquel escenario. «Más vale cabeza de ratón que cola de león», como decía ...
... tropa conten& 237;a al pueblo, anheloso de entrar, y algunos jinetes de la guardia se colocaron a derecha e izquierda de la puerta. No lejos de all& 237;, Pujitos, que ten& 237;a, como hemos dicho ...
... pensamientos que crecerán. ¡Cuántas diabluras cometen los rapaces No hace mucho me sentía deprimido e hice que el padre y sus oficiales examinasen mi mecanismo y la rueda que tengo en el pecho ...
... , por medio de una combinación de espejos, nos hacían soñar, nos hundían en una preocupación vaga e incierta, que nos alejaba de los juegos infantiles del gimnasio, de las viejas y pesadas bromas ...
... . Desde fuera se adivina la escena y el corazón tiembla. En el pórtico y en las galerías solitarias e iluminadas, la atmósfera muda parece un inmenso aliento suspendido por la expectación del respeto ...
... , los ojos hundidos bajo la espesura de unas agrestes cejas, las barbas, no menos revueltas e incultas que el pelo, los pies torcidos hacia dentro como los de los loros, y en fin, la misma mirada ...
... , a pesar de ser tan dueño de sí mismo, no pudo menos de sentir una conmoción. Se quedó con la boca abierta e inmóvil. Jean Valjean continuó:- No creo salir de aquí. No obstante, si por casualidad ...
... tenazmente haciéndole adoptar los tratamientos de Ilustrísimo y Excelentísimo señor, y después que ya S. E. estaba relleno con gran turgencia de materiales, todavía lo han obligado á tragar la breva ...
... , que habían hecho impenetrable los que la habían enseñado entre nosotros en el último siglo. Con igual gusto é intento comenzó á escribir un Curso de Teología; pero su muerte, sucedida en el día 17 ...
... señores y emperadores sobre muchos reyes, y a quién pertenece de derecho todo aquel Imperio alto, e universal jurisdicción sobre todas las Indias, por la auctoridad, concesión y donación de la dicha ...
... deje pronunciar el elogio fúnebre que por derecho le correspondía a aquél, extiende los brazos sobre la multitud e impone silencio. Es su gran ocasión.Con acentos de conmovedora humildad, se proclama ...
... de no existir la cuestión eslava, mientras que amaba a Karenin por sí mismo, por su alma elevada e incomprendida, por el querido sonido de su fina voz, de prolongadas entonaciones, por su mirada ...
... del regalo hecho a D. Acisclo cuando vino de Filipinas, varias armas japonesas, chinescas e indias, con las cuales se podía formar una bella panoplia, y un extraño ídolo de bronce que representaba ...
... , al buscar en su brazo indolente apoyo, no era un cuerpo de s& 237;lfide, de fant& 225;stica forma e imaginaria pesadumbre.-& 161;Qu& 233; espantoso es esto ... -a& 241;adi& 243; la dama-. & 161 ...
... a reprensión, y no pudo menos que sorprenderle el efecto que causaron en Lourido, cuyos ojos cautelosos e inquietos se revolvieron en las órbitas a estilo de los del ratón cogido en la ratonera ...
... espada que estáis habituado a llevar con esta recomendación: que la uséis con el mismo enérgico, justo e imparcial espíritu, con que lo habéis hecho contra mí. He aquí mi mano; seréis un padre ...
... maestro, siguiendo hasta conseguirlo un rumbo enteramente nuevo, debido solo á sus continuas observaciones é imaginación fecunda, y baxo de cuyas reglas se formáron después muchos sabios Españoles ...
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