... fija en el mezquino monumento... Era allí... Se agarró con ambas manos a la verja, quedándose abismado en la contemplación que producen los objetos en los cuales, como en cifra, vemos representado ...
... a volver a mi condición de criado, si no encontraba algún compatriota que necesitase un preceptor. Abismado en estas reflexiones estuve paseando cuatro horas. Cuando, hambriento y malhumorado ...
... o lo acaecido en aquellos seis meses últimos no era más que una ilusión de su fantasía. Abismado en confusos pensamientos permanecía junto a Luisa sin saber qué resolución tomar en aquella crisis ...
... maquinalmente-. Bueno, dejemos esto ahora y apliquemos mi procedimiento al documento en cuestión.-Abismado nuevamente mi tío en su absorbente contemplación, olvidó de momento mis imprudentes palabras ...
... es la mujer de peor alma que he conocido.Serafín no oía ya al Capitán, sino que seguía abismado en el más profundo abatimiento.Rurico de Cálix se paseaba por la cámara diciendo todas aquellas cosas ...
... el desconocido -continuó Fabián-, salí yo de la especie de inanición y somnolencia en que me habían abismado tan espantosas revelaciones... Más de una vez, durante aquel relato, me había arrancado ...
... a turbar tan altos pensamientos la llegada imprevista de laseñorita de la Mole a la biblioteca. Tan abismado estaba Julián en laadmiración de las grandes cualidades de Dantón, de Mirabeau, deCarnot ...
... el semblante de quien hace por oír y no acierta con lo que oye, ensimismado, absorto, abismado por completo en una preocupación única: su examen. Era que jugaba el todo por el todo él en la partida ...
... serenidad de no aumentarlos rompiendo nuevas lanzas con el padre de aquella célebre belleza.Abismado en estas ideas, lleno de polvo y salpicada en sangre la deslucida armadura, seguía en su caballo ...
... pensamiento reflexivo al terreno pr& 225;ctico, y al sondar sus escabrosidades se detuviese abismado en lo que & 233;l llamaba el problema, verdadera esfinge que se ergu& 237;a al final de la jornada ...
... o tierra quemada por un sol de verdad, se inundaba de bienhechora melancolía. Caía la tarde; Willy, abismado en las dulces memorias, no veía llegar la noche. En un cajoncito halló un paquete de cartas ...
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