... ver en los tiempos para mí venturosos de don Amadeo I. Quintín ya no era portero de Palacio, sino ujier de antecámara, cargo cuyas funciones le aproximaban a las reales personas. Díjome que la Señora ...
... liberales de Vetusta que hablaban de anarquía y de quemarlo todo, temblaban ante la voz de un ujier de la Sala de lo Criminal que gritaba porque un testigo cruzaba las piernas: -¡Guarden ceremonia ...
... muerte.«Entonces qué quieres ahora? ¿Vivir? ¿Vivir cómo? ¿Vivir como vivías en los tribunales cuando el ujier del juzgado anunciaba: "¡Llega el juez..." Llega el juez, llega el juez -se repetía ...
... liberales de Vetusta que hablaban de anarquía y de quemarlo todo, temblaban ante la voz de un ujier de la Sala de lo Criminal que gritaba porque un testigo cruzaba las piernas: -¡Guarden ceremonia ...
... ver en los tiempos para mí venturosos de don Amadeo I. Quintín ya no era portero de Palacio, sino ujier de antecámara, cargo cuyas funciones le aproximaban a las reales personas. Díjome que la Señora ...
... y hondo disgusto.–Te he mandado que no dejaras salir a nadie –dijo el Presidente al ujier.–He abierto para dejar entrar, Excelencia.–¡Dios mío –y con un suspiro profundo, andando ...
... amo. Servidor fiel de la familia, velozmente adelantó y subió en el escalafón palaciego. Fue Ujier, Secretario de Cámara, Gentilhombre de casa y boca, Mayordomo de Semana... llegó a poseer la gran ...
... mil reales para abajo. A éstos solía unirse algún ayudante de cocina, que gozaba de catorce mil, y algún ujier de Saleta, que percibía nueve mil. En dichas tertulias se hablaba del calor que había ...
... p& 243;lvora mojada. & 201;l apuntaba; pero el tiro no sal& 237;a. En esto, presentose un ujier con cartuchos de caramelos que a las damas enviaba el se& 241;or Romero Robledo. Pens& 243; el caballero ...
... más. Y para que la redada sea completa, caigan también el hermano de ese señor y su mujer, ujier él, si no estoy equivocada, azafata ella: viven en los altos de Palacio. -Esos nombres, esos Tajas ...
... apela al milagroso patr& 243;n. Recogi& 243; sus cartas, entreg& 225;ndolas a un ujier para que las llevase a la estafeta, y contoneando su cuerpo voluminoso con una falsa gallard& 237;a juvenil, sali ...
... , de cuyo número son Clitarco, Polícrito, Onesícrito, Antígenes e Istro; pero Aristobulo, Cares, ujier del Rey, Tolomeo Anticlides, Filón Tebano, Filipo Teangeleo, y además de éstos, Hecateo Eretrio ...
... del papel timbrado, donde aparec& 237;avarias veces y en grandes caracteres: LICENCIADO HARENG, UJIER ENBUCHY, se asust& 243; tanto, que fue corriendo a toda prisa a casadel tendero.Loencontr& 243 ...
... se sabe, gentilhombre, y sin salir de la Etiqueta se encontraban dos Socobios más: D. Laureano, ujier, y Don Emigdio, escribiente en la Secretaría de Cámara y Estampilla. En Caballerizas, un Socobio ...
... público estalló un rumor que llegó hasta el jurado. Era evidente que el hombre estaba perdido.- Ujier -dijo el presidente-, imponed silencio. Voy a resumir los debates para dar por terminada la vista ...
... y pajes, que aunque no tenían más armas que sus espadas, formaban una imponente guardia del almirante. Un ujier vestido de negro echó una mirada sobre la gorguera de Mergy y sobre una cadena de oro ...
... esto, criticando lo otro, pero enterándose de todo.Finalmente, llegamos a la sala de juego. Sorprendido, el ujier que estaba a la puerta la abrió de par en par.La aparición de la abuela produjo viva ...
... p& 243;lvora mojada. & 201;l apuntaba; pero el tiro no sal& 237;a. En esto, presentose un ujier con cartuchos de caramelos que a las damas enviaba el se& 241;or Romero Robledo. Pens& 243; el caballero ...
... anunciase la hora. Pero cada vez que se cumplía esta ceremonia, Glauben miraba al galoneado ujier inquieto, en silencio y como temeroso de que tuviese algo particular que decirle. «La hora ...
... mil reales para abajo. A éstos solía unirse algún ayudante de cocina, que gozaba de catorce mil, y algún ujier de Saleta, que percibía nueve mil. En dichas tertulias se hablaba del calor que había ...
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