... . El débil anciano quería ser mártir de sus dulces creencias, el robusto mancebo ofrecía su sangre y su vigor a la deidad benéfica, la virgen y la esposa lloraban su viudez y se arrojaban a los pies ...
... atribuía al corazón un ritmo vital. Tengamos en cuenta que nadie siente circular su propia sangre, aunque note el pulso y los latidos del corazón.Con infinita paciencia realizó disecciones de la red ...
... viles mercenarios, que alquilan subrazo al mejor postor. O mataré a Macbeth, o no teñirá la sangre el filo de mi espada. Por allí debeestar. Aquellos clamores indican su presencia. ¡Fortuná déjame ...
... sus primeros insultos a Dios, a Cristo, y a su sacra casa.Cuando el emperador Teodosio, bañado en la sangre de la degollación de Tesalónica, quiso entrar al templo, San Ambrosio salió a la puerta ...
... s& 237; que penetr& 243;. Ante m& 237; hab& 237;a una figura l& 237;vida, un rostro cubierto de sangre, unos ojos que desped& 237;an fuego, unas garras que hac& 237;an presa en el asta de la bandera ...
... aquel incansable bestiazo que de sol a sol, durante horas y horas de faena dejaba sangre y músculos en su pelea con el plomo, para al término de la quincena, en una sola noche, gastarse con hembras ...
... viles mercenarios, que alquilan subrazo al mejor postor. O mataré a Macbeth, o no teñirá la sangre el filo de mi espada. Por allí debeestar. Aquellos clamores indican su presencia. ¡Fortuná déjame ...
... con su yerno, y ofreció sin vacilar las venas de ambos brazos. Tan pronto como empezó a manar la sangre, regó con ella el suelo y rogó al cuestor que se acercaba: «Hagamos —le dijo— una libación ...
... todo prestigio, como aquéllos habían hecho con la dignidad real. El corazón de buey que destilaba sangre, y la horca portátil de que pendía la efigie de María Antonieta, hicieron estremecer de horror ...
... ahora.¿Hay ruidito de oídos? Voy a soñar que es verdad lo que te dijo Pepe, que arrojas sangre por la boca y tienes fiebre...Cariñosa y amante me despidió, y yo salí pensativo.Lo prohibido de Benito ...
... dadas como la presente; y en efecto, si dando yo expansión al sentimiento, si evocando la voz de la sangre, pulsara una de esas delicadas fibras del alma, si soltara la presión moral de las potencias ...
... , el tronco contra& 237;do y esquel& 233;tico, los pies huesosos y derramando sangre, mucha sangre, el l& 237;quido amado por las religiones cuando apunta la duda, cuando la fe flaquea y,...
... Alicia por un brazo mientras Rosa, atolondrada y llorando, se pasaba el pañuelo por el rostro salpicado de sangre. Nicasia trataba en vano de calmar a Alicia, que gritaba cada vez más recio, pugnando ...
... profanado los enhiestos escudos de su morada...; en una palabra, don Robustiano tenía pura la sangre de su linaje, pan para nutrirse y casa blasonada que le prestaba abrigo en el invierno y sombra ...
... un cadáver, el médico la fajaba enaquel momento; la señora Salomona vestía al recién nacido; un charcode sangre manchaba los ladrillos.<<<La lucha por la vida II "" Mala hierba "" de Pío ...
... s y más. Joltrain ha probado que un choque moral es capaz de producir modificaciones marcadas en la sangre. En individuos que habían experimentado un gran terror, se encontró un número más pequeño ...
... lignitos, donde yace el negro azabache, sus capas de tierra ferruginosa que parece amasada con sangre, sus grandes y regulares láminas de roca, quebradas en mil puntos por el arte humano, y erizadas ...
... miraba su rostro gordo y asustado, más difícil me resultaba pensar que íbamos a matarlo a sangre fría. Lo mejor era acabar de una vez. ––Llevadlo a la guardia principal ––dije. Los dos sikhs ...
... principio, pero cuyo rostro se enjutó. Sus pies y sus manos no tenían consistencia. No tenían sangre ni sustancia, ni humedad, ni grasa. Las mejillas secas era (todo lo que ofrecían) sus caras. Aridos ...
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