... y acaba por tallarme facetas que arrojan alguna lucecilla. Me asimilo fácilmente lo que leo, y se me pegan las formas de escribir; pero de ello resulta que, a medida que voy sabiendo algo, aprecio ...
... al agarrarse a los charoles relucientes del vehículo, al sobar mi lujo con engrasadas manos, leo una concupiscencia sin fondo, el ansia ardiente de tocarme, de enredar los dedos entre las lanas ...
... viva que aún destilan sangre al ser arrancados del cuerpo de la Humanidad. Yo los leo con avidez; los ordeno, los colecciono... ¿Cómo llegaron a mí los escritos de usted? No lo sé ni me importa ...
... gases la hipótesis de la ionización.Robert Koch: Bacilo de la tuberculosis.J. Ratzel: Antropogeografía.Leo Pinsker: Autoemancipación.Richard Wagner: Parsifal.Manet: Melocotón.B. Pérez Galdós: El amigo ...
... muy parcial -dijo Traddles riéndose-; pero, en realidad, no me cambio por nadie. Trabajo mucho y leo Derecho sin saciarme. Me levanto a las cinco todas las mañanas, y no me cuesta trabajo. Durante ...
... pasa como un torbellino, para asaltarlo con la serenidad del valiente que asalta una trinchera.Ahora leo que en la vía férrea, cerca de Albacete, se ha encontrado el cadáver de un hombre despedazado ...
... unas palabras sobre esta cuestión de la sintáxis, en la obra barojiana, tan traída y llevada:«Yo leo para aumentar mi corazón y no para tener el gusto de contemplar cómo las reglas de la gramática ...
... & 243; reanimarse, como si hubiese encontrado de pronto una soluci& 243;n.-Escucha, Margarita: yo leo en tu alma. Amas a ese hombre, y haces bien. Es superior a m& 237;, y las mujeres se sienten atra ...
... idilio nocturno por ahí. Tú también lo tienes. No, si nadie me ha dicho nada... Pero te lo conozco; hace días que te lo leo... en la cara, en la voz». Tristana palideció. Su blancura de nácar tomó ...
... y dice con mucha mala sombra: «¡Vaya unas horas de comer Esto no se puede aguantar». Yo, que leo en él, me hago también la enfadada, y me pongo a chillar: «Bertoldo, Cacaseno de mil demonios ...
... estilo? -llegó a preguntarla-. ¿Se ha corregido algo de aquellas melopeas guachinanguitas desde que yo no leo sus cartas?... Porque bien sabes tú que, de dos años acá lo menos, ya no me las enseñas ...
... l a Haydn, a Mozart, a Mendelssohn, a todos los grandes t& 237;os, en una palabra. Hasta tengo a Wagner. Los leo, toco en el arm& 243;nium lo que es posible, & 191;y qu& 233;...? Es como si a un ciego ...
... (auctorem damnotum), etc., y, encuentro lo que busco, o poco menos, en ese repertorio donde hay tantos autores condenados. Y leo, propolis ios, (ios, no eos.)femenino. Crasior materia et viscosa ...
... ella, por conformarme con los gustos de mi esposo y no chocar con su familia y amigos. Yo no leo nada de eso, Pepe, bien lo sabe usted, pues en una casa como la mía no pueden entrar libros estimados ...
... hija; pero conozco el grande esp& 237;ritu, el noble entendimiento del joven que nos escucha, y puedo aseguraros que leo en su alma como en un libro.In& 233;s no cab& 237;a en s& 237; misma. El alma ...
... COSME Si borracho estuviera, menos mi enojo con el agua fuera: cuando en un libro leo de mil fuentes, que vuelven varias cosas sus corrientes, no me espanto, si aquí ver determino ...
... locuras que yo hice las hacen otros; mejor dicho, otros harán locuras más locas... ¡Qué dramas leo en tu cara, hija, y también tragedias, que ahora están en borrador Te voy a llamar Madame ...
... tienda, en cualquier sitio de España, en mi casa, por ejemplo: marcas, etiquetas...; miro y leo: los libros de Derecho, los perfumes y jabones, la ducha y las lámparas eléctricas..., de París ...
... . ¿Qué necesidad tenía de calentarse la cabeza, vestida, leyendo junto al velón? «Yo leo, y tú escuchas hasta que te entre sueño». Así se hizo: dispuso la doncella el velador junto a la cama ...
... prisión me veo, donde ya todos los días en el filósofo leo Nicomedes, y las noches en el concilio Niceno. Si llaman ...
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