Veinte años después: Capítulo XLVIII. El pobre de San Eustaquiode Alejandro Dumas Con intención había retrasado Artagnan su ida al Palacio Real; enaquel intermedio había tenido tiempo Comminges para ...
Huellas literariasLos barbos - Se nos mueren sin remediode Luis Bonafoux El Sr. Jousset de Bellesme, director del acuario del Trocadero, nos da hoy los buenos días con una noticia horrorosa: ¡Les ...
«El profeta Jeremías». Detalle del fresco de la bóveda de la Capilla Sixtina.ACABAMOS de decir que los amigos, los parientes también de nuestro escultor, iban desapareciendo paulatinamente. Pero al ...
La de los tristes destinos Capítulo VIII de Benito Pérez Galdós ¡Ávila al fin ... ¡Alegre parada de veinticinco minutos Hacia la fonda se precipitaron caballeros y damas, atraídos del vaho de una ...
... mejores versos Sueño doradode Federico Balart Al eminente pintor D. José VillegasSi Dios a mi vejez guarda el reposoque tantas veces con afán le pido,a orillas del Cantábrico brumoso,lejos del mundo ...
Ana KareninaSéptima parte: Capítulo XXIde León Tolstoi Después de la espléndida comida con que Bartniansky le obsequió en su casa, con café y cigarros y coñac en gran cantidad, Esteban Arkadievich, ya ...
El 19 de Marzo y el 2 de Mayo& 160;: 14de Benito Pérez Galdós Me siento fatigado; pero es preciso seguir contando. Vds. est& 225;n impacientes por saber de In& 233;s: lo conozco, y justo es que no la ...
El doctor Centeno Tomo IIde Benito Pérez Galdós Fin del fin: IIIAquel día no tuvo el enfermo un instante de sosiego. Tan pronto le acometía el prurito de verbosidad, tan pronto el desmayo. Si ...
LUGARESUna calle como otras cien calles de esta ciudad, como mil otras calles de otras mil ciudades. Una calle es un prisma cuadrangular. Las bases son las salidas vanas a corredores similares . U ...
La Corte de Carlos IV& 160;: 24de Benito Pérez Galdós -& 161;Oh, Isidoro & 191;Por qu& 233; no has querido o& 237;rme? -exclam& 243; con entrecortadas palabras-. Aseguran que lo he hecho muy bien. & ...
none& 160;20Pág. 20 de 36 La madre NaturalezaEmilia Pardo BazánCapítulo XXPatinando sobre aquellas púas endiabladas, se deslizaron y corrieron hasta un grupo de salces inclinado hacia el borde del ...
Las nanas infantilesde Federico García Lorca Señoras y señores:En esta conferencia no pretendo, como en anteriores, definir, sino subrayar; no quiero dibujar, sino sugerir. Animar, en su exactosentido ...
Enxiemplo de la abutarda y de la golondrina IV& 160;044DPág. 044D de 112Libro de Buen AmorArcipreste de HitaPues que la mi señora con otro fue casada, la vida de este mundo yo non la preçio nada, ...
Alejandro Dumas (padre)Los tres mosqueterosLa antecámara del señor de Tréville◄& 160;& 160; IIIIII & 160;& 160;►El señor de Troisville, como todavía se llamaba su familia en Gascuña, o el señor de ...
Novelas y cuadros de la vida sur-americana Teresa la Limeña - Capítulo XIVde Soledad Acosta de Samper En aquel tiempo aún no había ferrocarril directo hasta Caen, y para viajar con más comodidad, en ...
... la muertede Federico Balart Yo te saludo, oh muerte redentora,y en tu esperanza mi dolor mitigo,obra de Dios perfecta; no castigo,sino don de su mano bienhechora.¡Oh de un día mejor celeste aurora ...
- VI -El cuerpo del delitoPocos segundos después de terminar mi amigo Zarco la relación de sus amores, llegamos al cementerio.El cementerio de no es otra cosa que un campo yermo y solitario, ...
La SombraCapítulo I - El doctor Anselmo& 160;: 4de Benito Pérez Galdós «Lo primero que voy a hacer es darle a usted una idea de cómo era mi palacio, aquel palacio que heredó de mi padre, el más ...
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