... Fuertes razones habr& 225; sin duda. Recordando lo que del Sr. D. Beltr& 225;n me dijo mi padre d& 237;as antes de morir, lo que despu& 233;s o& 237; a mis hermanos, y agregando lo que yo con mi pobre ...
... baldaquino. Gran concurrencia y caras alegres, gracias al mar bien humorado. Es un tirano el padre mar, que se extiende ahora planamente rosado al infinito: si ríe, todos gozosos; si se entristece ...
... pregunta, deseoso de explicarse.No he venido porque he estado todos estos días en casa de mi padre. Tenía que hablarle de una cuestión muy importante. He llegado esta noche... dijo lanzando una mirada ...
... . Pero no hay ninguna utilidad en repetirla. Cuando la joven Zeina oyó el relato de la aventura de su padre y supo el motivo de su pena, de su cambio de color y de su opresión de pecho, se echó a reír ...
... versos perdidos entre los rumores de la naturaleza.Del hogar comienza a borrarse cada vez más la imagen del padre; «misia Petita» como llaman cariñosamente a la madre, doña Petronila Alcayaga Rojas ...
... , insolente,cara lívida SEÑORA CAPULETO¡Calla, calla ¿Estás loco?JULIETAMi buen padre, te lo pido de rodillas;escúchame con calma un momento.CAPULETO¡Que te cuelguen, descarada, rebelde Escúchame ...
... . -Amén -contestó desde la puerta de la alcoba una voz robusta. -¡Jesús, María y José -gritaron padre e hija, pensando que algo sobrenatural ocurría allí. Y cuando se atrevió don Robustiano a mirar ...
... (1475-1521), era hijo de Lorenzo el Magnífico y de su esposa Clarisa Orsini. Habiéndole destinado su padre a la carrera eclesiástica, el pequeño Juan sería protonotario a la tierna edad de siete años ...
... personas queridas que rodeaban su lecho, fueron: «Sed honestos»; él lo había sido toda su vida. De su padre dice: «Temperamental y de corazón tierno, con su trato amable y encantador, hizo vibrar ...
... , insolente,cara lívida SEÑORA CAPULETO¡Calla, calla ¿Estás loco?JULIETAMi buen padre, te lo pido de rodillas;escúchame con calma un momento.CAPULETO¡Que te cuelguen, descarada, rebelde Escúchame ...
... hermosa niña que cuando contaba escasamente tres años había quedado huérfana de madre y a la que su padre había dado una educación completamente varonil. Él hubiera deseado tener un hijo y el cielo ...
... Tejera, que, echando por corto, pasa de doscientos carros -¿Piensa usté apandársele, padre -Siempre le tuve entre los dientes, hijo mío... ¡Si es el avío de un pobre -En todo caso, saldría a remate ...
... embargo, con tan diversas vejaciones, que pierda parte de su color.RODRIGO.- He aquí la casa de su padre. Voy a llamarle a gritos.YAGO.- Hacedlo, y con el mismo acento pavoroso e igual prolongación ...
... enorme gigante que venía de allende los montes.- ¿Ves aquel gigantón de allí? - dijo el padre al niño, para asustarlo. - Pues vendrá y se te llevará.En dos o tres zancadas de sus larguísimas piernas ...
... viajes ayudan a olvidar. Pero Vincent no estaba dispuesto a olvidar nada y no se movió de su casa.La influencia de un padre generosoTenía tres hermanas: Anne-Cornélie, Elisabeth-Huberte y Guillaumette ...
... salían despavoridas. Al poco tiempo de vivir con él, noté que sus costumbres distaban mucho de acomodarse a mis principios. Mi padre tenía una querida en la propia vivienda. Un año después tenía tres ...
... invito a que venga a vernos si gusta.Después de hablar de la princesa María y de su difunto padre, a quien la tía parecía no haber querido mucho, tras escuchar esta última lo que el joven le refirió ...
... don Juan José Duchen conobligación de ayudar a su padre. 2 h. Notas marginales. Corren unidos ... Duchen a don Alfonso Ramírez de Briones delfallecimiento de su padre a las 4 y 1/2 de...
... vicario a visitar los pueblos de Los Zoques y a ver lo de Guatemala -XXXII. De la muerte, a manos de herejes luteranos, del padre Fray Tomás de San Juan, e ida del señor marroquín a la Verapaz -XXXIII ...
... vicario a visitar los pueblos de Los Zoques y a ver lo de Guatemala -XXXII. De la muerte, a manos de herejes luteranos, del padre Fray Tomás de San Juan, e ida del señor marroquín a la Verapaz -XXXIII ...
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