... REY ENRIQUE.- ¡Ahora, a la acción Cada jefe a su puesto, porque, así que contesten, caeremos sobre ellos. Que Dios nos proteja, como nuestra causa es justa. (Salen el Rey, Blunt y el príncipe Juan ...
... de venía Iseo, siendo la señal una bandera blanca, hubo una persona que, extraviada por los celos, ¡perdónela Dios , ordenó que dijesen a Tristán que el barco traía bandera negra, y tu padre expiró ...
... culpa Almanaque de El Museo Universal1866Cuentos y leyendas de Gustavo Adolfo Bécquer Leyendas:Creed en Dios -El Cristo de la calavera -El beso -El caudillo de las manos rojas -El gnomo -El miserere ...
... observar su fisonomía cuando viese el hacha que debía cortarlela cabeza.––Perdóneme Dios, Parry––prosiguió el rey alejándose––, si no me tomaesa gente por algún comerciante de algodones ...
... de expresar con el pincel todo lo que existe; diríase que es un joven dios decidido a reconstruir el mundo. Pero un dios hosco; los cientos de rostros que ha pintado gesticulan, pero ni...
... XEl socialismoFriedrich EngelsBarcelona& 160;: R. Torres, D.L. 1976. ISBN 84-85174-14-3Escritos para el socialismoJuan de Dios Leal, Fernando MillánValencia& 160;: Gules, D.L. 1987. ISBN 84-86330-03-3
... a la diestra. Hubo un silencio. —Decíamos —prorrumpió el oidor— que nunca Su Majestad, a quien Dios guarde, encontró un instrumento tan alto y digno de sus propósitos como Vuestra Excelencia ...
... pecho y el alma oprime?& 160;& 160;& 160;& 160;& 160;& 160;& 160;& 160;& 160;& 160;Ruego a Dios que estos principios& 160;& 160;& 160;& 160;& 160;& 160;& 160;& 160;& 160;& 160;no lleguen a tales fines ...
... ha visto ni verá jamás en las páginas del áureo libro otra cosa ¡y no es poco, en gracia de Dios , que lo que en ellas se dice y se enseña. ¡Ah , y si al pasar esto -porque ha de pasar como pasan ...
... pobreza general tan grande como la que prevalecía en los países que has mencionado?""¡Dios mío, sí " replicó la chica. "No era mi intención dar la impresión, en absoluto, de que porque la tierna ...
... feos. ¡Oh , lo que ella sufría, lo que penaba para adecentarse era cosa increíble. ¡Sólo Dios y ella lo sabían ... Porque su marido llevaba cuenta y razón de todo, y hasta el perejil que se gastaba ...
... judía en el fuego del último piso del infierno ¡Pero nosotros somos creyentes ¡Y reconocemos que no hay más Dios que Alah y que Mohamed es el Enviado de Alah En cuanto a Zein Al-Mawassif, besó ...
... Ansúrez, sabedor de las amistades de Lucila con Domiciana y de las excelentes agarraderas de esta en Palacio, o sabe Dios dónde, la diputó por la mejor santa en quien debía poner toda su fe. Conforme ...
... un grave error. Dejad a ese hombre. Cumplo con mi deber al denunciarme. Dios juzga desde allá arriba lo que hago en este momento; eso me basta. Podéis prenderme, puesto que estoy aquí. Me oculté ...
... Cosette -exclamó-. ¡Ven ¡Ven pronto Vamos. Vasco, un coche. Ven, Cosette. ¡Ah, Dios mío ¡El es quién me salvó la vida ¡No perdamos un minuto Cosette creyó que se había vuelto loco. Marius ...
... mil insignificantes casualidades la amenaza de un Dios que la juzga y la condena. Una nube que cubre ... leyes no tienen señalada una pena, porque sólo Dios debe imponerla juzgándolas...
... embargo, una mano piadosa la oculta, aunque encendida..., y las Tinieblas reinan en la Casa de Dios. ¡Pavoroso momento -El clero y los fieles están de rodillas ante los enlutados Altares, rezando ...
... casa, porque ha vuelto el delincuente, ha vuelto el que se creía perdido para siempre. Voy a dar gracias a Dios por haberme proporcionado el favor inefable de recibir en mi casa un delincuente cargado ...
... escala accesible a todos, que se remonta desde el misero cura, hijo de mendigos, al vicario de Dios; tenia ante su vista un porvenir inmenso, y todo lo debia a sus protectores, a aquella buena señora ...
... un puntapié a la escalera por donde has subido ¡Oh ¡Tu conducta conmigo no tiene perdón de Dios ¡Cuánto me has hecho padecer en estos últimos días ¡Cuánto ¡Cuánto -¡Ay ... ¡Yo la adoro ...
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