... los que motivaron su trastorno. Es preciso que las ideas optimistas y lisonjeras desembrollen esta madeja enredada por el despecho y por la pasión no satisfecha; es preciso que la dirección espiritual ...
... al estudio, del cual, al decir de muchos, no sacó jamás ningún provecho, sino que por el contrario, se lo enredara más la madeja de desatinos que en la cabeza tenía.Vivía de cierta módica pensión ...
... y blando, y queriendo entender lo inteligible y resolver lo insoluble.Dentro de la cabeza de Su Eminencia había una madeja que no se podía desenredar. Don Ángel llamaba en su ayuda al Espíritu Santo ...
... exquisito, formando por delante como el pico de una montera, y atrás un bulto que envolvía la madeja liada del abundante cabello? Sobre sus orejas, no pendientes de ellas, sino suspensos del pañuelo ...
... al infiel administrador, ¿con quién?, con el primo Sebastián, por ejemplo... Y hasta enredaba la madeja en su fantasía de modo que resultaba que ella, Emma, tenía alguna culpa en la desgracia ...
... de esas máquinas de atropellados sucesos que no tienen término, y salen enredados unos en otros, como los hilos de una madeja... Yo he de probarlo, Felipe; yo he de hacer un ensayo en esta cosa bonita ...
... los dedos.-& 191;Y este collar de perlas? -pregunt& 243; el amante, sacando de la caja una magn& 237;fica madeja de diez hilos con perlas peque& 241;as, pero muy iguales-. No dir& 225;s que no es fino ...
... lo existente en la casa, y enviándole mil reales de plus... Alegrose Teresa de que la madeja de aquel lío se desenredase tan suavemente, y dio por buena la mezquindad del socorro final, perdonando ...
... al pintor, que sigue a diario el hilo de los sucesos.También sigue el hilo de sus amores, que forman una madeja sin fin. En el café Deux Magots, en el otoño anterior, conoció a Dora Maar, una joven ...
... Galdós VIIIRetirose con el corazón oprimido, necesitando preguntar a los transeúntes para desenredar la madeja de calles hasta Zocodover. Su carácter sufrido y dulce, aún en las mayores adversidades ...
... ne más años que cabellos, yo juraré que no llegan a cuatro.Porfiaba otra era suyo el oro de la madeja y la nieve de sus dientes, y ninguno lo creía.Volvió por ella el mismo poeta, como tan cortesano ...
... Calló, y al mismo punto la priora y las otras monjas comenzaron a desnudarla y a cortarle la preciosa madeja de sus cabellos. Yo enmudecí; y, por no dar muestra de flaqueza, tuve cuenta con reprimir ...
... , una cortina que suspender, una l& 225;mpara que colgar, una l& 225;mina que mudar de sitio o una madeja de algod& 243;n que devanar.Lleg& 243; el invierno, y la sala se abrigaba todas las noches ...
... al estudio, del cual, al decir de muchos, no sacó jamás ningún provecho, sino que por el contrario, se lo enredara más la madeja de desatinos que en la cabeza tenía.Vivía de cierta módica pensión ...
... y con paso tan igual y uniforme como el de una m& 225;quina. En su cintura se enrollaba una gran madeja de c& 225;& 241;amo, de la cual, pasando por su mano derecha y manipulada por la izquierda ...
... , una cortina que suspender, una l& 225;mpara que colgar, una l& 225;mina que mudar de sitio o una madeja de algod& 243;n que devanar.Lleg& 243; el invierno, y la sala se abrigaba todas las noches ...
... para impulsar sus enormes gavias. La vista se mareaba y se perd& 237;a contemplando la inmensa madeja que formaban en la arboladura los obenques, est& 225;is, brazas, burdas, amantillos y drizas ...
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