... de la oscuridad, huyen con ella en grupos fantásticos. Los dos amantes permanecen aun bajo el verde abanico de una palmera, mudo testigo de su amor y sus juramentos, cuando se eleva un sordo ruido ...
... 978-84-9963-246-9Antología de Oscar Wilde El retrato de Dorian Gray -El fantasma de Canterville -El abanico de Lady Windermere -La importancia de llamarse Ernesto -Un marido idealISBN 978-84-9963-246 ...
... , ya muy corrida en noviazgos, según nos revela la cháchara transcrita, puso sus ojos, amparada del abanico, y con sus ojos su alma toda, en un palco frontero donde apareció Emilio Terry, objeto ...
... ;n ideal. La joven volvi& 243; a su reposo, d& 225;ndose aire dulcemente con su abanico de marfil y raso blanco, y poniendo o& 237;do al canto de los canarios, que llenaban con sus trinos armoniosos ...
... rodeados de un ligero tinte obscuro. Se abanicaba sin punto de reposo y tapaba la boca con el abanico cuando en medio de una situación culminante del drama se le antojaba a ella reírse a carcajadas ...
... , y respondiendo en alta voz a sus secretos pensamientos.Y volviéndose a María, desfloró con el abanico de nevadas plumas de cisne su carita morena.-Adiós, monina... ¿Me esperas?-Sí, sí -asintió ...
... .Arriba: Cultivo de té. Estampa París. Biblioteca Nacional. - A la izquitrda. Letrado de amarillo, con un abanico. Estampa de Che Kongt’Oo, «Retrato de los pueblos tributarios». París. Biblioteca ...
... arquitectura inglesa se disocia de la francesa. El estilo «perpendicular», incluso en las bóvedas de abanico es inglés; en cambio, en Francia el estilo «flamígero» llevó los principios del gótico ...
... a Cristo…».Inmenso Lutero. Su retratoLa personalidad del Reformador ofrece un abanico variadísimo de facetas que no podemos presentar aquí. Tendríamos que hablar de su sensibilidad artística ...
... daría por una aguja, así como todas las espadas, inclusa la famosa de Francisco I por un abanico. Así tuviese una varita de virtud para hacer ese trueque general; ¡qué paz no gozaríamos »Vengamos ...
... provoca su ira.En la literatura encontramos numerosos ejemplos: obras como Madame Bovary, de Flaubert, El abanico de lady Windermere, de Oscar Wilde, El amante de lady Chatterley, de D. H. Lawrence ...
... como libreto para la ópera de Richard Strauss.Sus otras obras teatrales, todas exitosas, comprenden El abanico de Lady Windermere (1893), Una mujer sin importancia (1893) y Un marido ideal (1895 ...
... . Segundo daba tormento al bigote; Nieves bajaba los ojos y jugaba con las borlas de su abanico, impaciente y aun algo aburrida y nerviosa. Sucedía esto a los dos o tres días de la llegada de Segundo ...
... árboles, muy hundidas en el agua por la carga de carbón que les llegaba hasta la borda.El inmenso abanico verde del parque se despliega por encima de las verjas. Esos árboles tienen la agradable am ...
... , mi vida, pequeño barco»Las mujeres tomaron entre sus dedos las faldas, que abrieron en abanico, como queriendo recibir una dádiva o proteger algo. Las sombras flamearon sobre los muros, tocaron ...
... los labios, reparaba tranquilamente las chafaduras de su vestido y las arrugas del encaje, para abrir luego su abanico y darse aire con aquel adem& 225;n ceremonioso y acompasado, propio de la mujer ...
... , & 160;damiselas de porte rico, & 160;como mujeres de pantallas & 160;o de países de abanico, & 160;& 160;¿no os asustó en el sucio fango & 160;la Multitud, plural vestiglo, & 160 ...
... verle volverse se le puso delante.Y después que la viuda, repartiendo golpes con la sombrilla, el abanico y hasta con el rosario espantaba a los pobres, a los pordioseros, como Jesús arrojó del templo ...
... de dividir, quedando fija la de enmedio y apartándose las de los lados de modo que desplegándose el lienzo a manera de abanico quede formado un iris y dando vuelta desaparezca todo dejando el carro ...
... la fina punta del pincel de los acuarelistas toca con trazos casi aéreos, allá al extremo de los países de abanico: una bruma vegetal, un racimo de menudísimas gotas de rocío cuajadas. Con aquel fino ...
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