... y su corbata de batista eran tan blancas y tan final, que me recordaban, en mi errante imaginación, al cuello de un cisne.-Es mi sobrino --dijo mi tÃa.-No sabia que tuviera usted un sobrino -dijo ...
... a trechos la nieve de la más airosa espalda que puede pensar la imaginación. TraÃa en su cuello, blanco como el alabastro, un collar de finÃsimos rubÃes, y asà las pulseras que coronaban sus manos ...
... Ingrato ¡Si te adoro... -Y unos brazos mórbidos, de piel suave como el terciopelo, se enlazaron a su cuello. No pudo resistir más y besó aquel anillo, con un beso que más parecÃa un mordisco.Vio ...
... santuario a un caballero extraño a la casa.MÃster Micawber me hizo un ligero saludo y se tiró del cuello de la camisa.-¿Cómo está usted, mÃster Micawber? -le dije.-Caballero -dijo mÃster Micawber ...
... traje de seda, hecho en ParÃs y guarnecido desde el cuello hasta el fin de la falda de riquÃsimos adornos de pasamanerÃa y graciosos caireles; cuello y mangas de un precio fabuloso, y...
... horriblemente cansada y trataba de divertirse enrollando mis cabellos alrededor de sus dedos o bajándome el cuello de la camisa para ver si me sentaba bien. Si querÃa reprimir su alegrÃa y continuar ...
... rojos. VestÃa con toda la excentricidad inglesa; es decir, que llevaba un frac azul con botones de oro y un cuello sumamente alto, un chaleco de casimir blanco y un pantalón de nankin, cuatro pulgadas ...
... cara con hondas cicatrices, y en el cráneo con una calva precoz. Su barba era lacia, y su cuello muy largo, con nuez y costurones; tenÃa boqueras, los párpados tiernos, y un hombro algo más elevado ...
... gallardo y melodioso. Y la pradera tiembla y se estremece.¡Tendida la cabellera, que va desbordándose sobre el cuello como el racimo sobre la cepa ¡Rubias o morenas, racimos rubios, racimos morenos ...
... signo haces, oh Cisne, con tu encorvado cuello al paso de los tristes y errantes soñadores? ¿Por quà ... el porvenir espera con la interrogación de tu cuello divino. ¿Seremos...
... la sirenita vertió el vino agrio de su historia. Puso las manos de ella alrededor de su cuello, y con sus dedos le acarició la garganta delicada. Amarga, amarga era su alegrÃa, y lleno de una extraña ...
... donde fermentará. Entonces se recogerá en grandes ánforas largas y puntiagudas, provistas de dos asas y de un cuello estrecho que se tapa con yeso. El vino está dispuesto para el viaje. Naturalmente ...
... s& 250;bito Andrea corri& 243; hacia & 233;l con los brazos abiertos, y abraz& 225;ndole el cuello, le apret& 243; fuertemente diciendo:-Ya me cas& 233;, ya me cas& 233;, ya me cas& 233;.Repiti& 243 ...
... sobre su vientre, se puso a patearlocon sus pies.A cada golpe, un chorro de sangre se escapaba del cuello del condenado. Franz no pudo tenerse en pie, se retiró vacilando y fue a caer casi desmayado ...
7.636 palabras
Este sitio web utiliza cookies, propias y de terceros con la finalidad de obtener información estadÃstica en base a los datos de navegación. Si continúa navegando, se entiende que acepta su uso y en caso de no aceptar su instalación deberá visitar el apartado de información, donde le explicamos la forma de eliminarlas o rechazarlas.
Aceptar |
Más información