... llen& 225;ndose otra vez de esperanza, de ese don del cielo que jam& 225;s se agota y que a nadie puede faltar.-Pues no veo yo muy tranquila esta noche la ciudad de Sevilla -indic& 243; Mariana ...
... padecimos tantos infortunios; y, con todo, te había de alcanzar antes de tiempo la funesta Moira, de la cual nadie puede librarse una vez nacido. Ojalá se te hubiesen presentado la muerte y el destino ...
... aliviar. La piedad al servicio de la caridad, es el bello y dulce misterio de la religión cristiana. -Nadie toca estas joyas, señor mío, respondió el cura: fraude sería ese, que el santo castigaría ...
... maleza y las plantas parásitas, hasta una especie de rellano que iluminaba la claridad del cielo... ¡Nadie ¡Ah ... Por aquí, por aquí va -exclamó entonces-. Oigo sus pisadas sobre las hojas secas ...
... rato. Y apenas comía. Se negaba en redondo a comer carne… Apenas hablaba con nadie. Se sospechaba que sólo hablaba con Görlitz. De hecho, éste lo encontró triste pero simpático.A medida que le iba ...
... soltera, casada o viuda, tiene deberes que cumplir, derechos que reclamar, dignidad que no depende de nadie, un trabajo que realizar, e idea de que la vida es una cosa seria, grave, y que si la toma ...
... amos; pero jamás ni por ningún motivo se separaba de ellos. En toda su vida había mordido a nadie. Despreciaba altamente los ataques de los gozquecillos que ladraban tras él a su paso con estúpida ...
... días cayó muerto de repente. No se supo a punto fijo, cómo había ocurrido la cosa; pero nadie se condolió de su muerte. Cuando lo enterraron, el pobre se acordó de su promesa, y, aunque deseaba verse ...
... aflicción, que se tapó la cara con la sábana, prometiéndose no pedir socorro, no llamar a nadie. Mas como quiera que el tiempo pasaba y los dolorcillos no volvían, se resolvió a levantarse, y al atar ...
... parroquia. Además, los caballeros son privilegiados: están exentos de la coerción del castellano, y nadie tiene derecho a ejercer la justicia sobre ellos. Desde la época carolingia, se ha establecido ...
... amos un vago conocimiento de cuanto suced& 237;a.Por esta pasmosa virtud an& 237;mica supimos, sin que nadie nos lo dijera, que la dama patilluda moraba en el Hotel del Comercio, el m& 225;s decentito ...
... . Enrique III de Castilla, de dulce memoria... Aquí surge el temor de que esto no ha de creerlo nadie; más presentado el caso en otra forma se entenderá mejor. El verdadero apellido de doña Catalina ...
... ardite de mis enfermedades, mis necesidades, mis heridas, estoy aquí como entre enemigos, y me voy a mi pueblo. A carrera larga, nadie escapa. Muerto el hombre, muerto su nombre, señor: vuesa merced ...
... extraño, una especie de profundo asombro, aunque el encuentro no tenía nada de sorprendente.‑Usted y nadie más que usted, Lisbeth Ivanovna, ha de decidir lo que debe hacer ‑decía el comerciante ...
... muchas familias ten& 237;an seres queridos entre los pasajeros del vapor. Nadie osaba intentar el salvamento, que era poco menos que imposible en condiciones tan aterradoras.De pronto apareci& 243 ...
... a cambio de obtener una sentencia de noventa y nueve años de prisión en vez de la silla eléctrica. Nadie logró explicar de dónde procedían los fondos que le permitieron llevar una vida tan lujosa ...
... crey& 243; notar en Luis cierto alborozo... El hecho era que todos parec& 237;an contentos; pero nadie le dec& 237;a nada. El & 250;nico que con la se& 241;orita se franqueaba era su amigo el gran don ...
... usted -observó el eterno concejal-. Anoche lo ofrecían a 11 en el Bolsín y no lo quería nadie. Esto es el diluvio.Y acentuando de una manera notabilísima aquella expresión de oler una cosa muy mala ...
... de las cualidades de nuestros contemporáneos, nos han traído a un estado de temblor y ansiedad continuos; nadie se atreve a dar un paso, por miedo de caerse. Pensamos demasiado en nuestra debilidad ...
... en plena senectud, su mentalidad social se reduce a la mentalidad de la especie, inferiorizándose, a nadie sorprende ese pasaje de la pobreza a la miseria.En el hombre. superior, en el talento ...
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