... : son las diez. Apenas puedo ya tenerme en pie. Ayer tambi& 233;n estuve a las ocho de la ma& 241;ana. Me dijeron que esto era cosa de la Superintendencia. Fui a la Superintendencia. All& 237; esper ...
... crédito a sus ojos. Su empleado Vincent Van Gogh acudía puntualmente a trabajar a las ocho, pero, cosa sorprendente, lo hacía vestido como un campesino. Y esta era una rareza insignificante comparada ...
... . Allá solía ir casi diariamente, pues amistad o parentesco tenía con planchadoras, mozos y casilleres... Ocho días después de lo referido, media hora antes de que se alegrara la plaza de la Armería ...
... del hielo de su codicia.- No te prestaré cuatro medidas -respondióle-, sino que te regalaré ocho; pero con una condición.- ¿Qué debo hacer?- preguntó el pobre.- Cuando yo me muera, habrás de velar ...
... leer estas cartas pensaba yo, sin poder remediarlo, en muchos jóvenes españoles, a quien no falta talento, que rabian porque en ocho días no logran una reputación y miran con malos ojos a los maestros ...
... Granada, se celebró, por fin, ante la casa natal de Lorca, el homenaje popular a los setenta y ocho años de su nacimiento. En la plaza de Fuentevaqueros, aunque por el breve espacio de la media hora ...
... Dios mío -exclamó Amalia, cubriéndose los ojos con sus manos.-Pero separación de ocho o quince días, señora. Vamos, si usted va a llorar como esta mañana cuando se despertó, va usted a estar muy mal ...
... en 1939, «como un motivo de orgullo nacional».Ingente ha sido la labor de los Institutos: ocho premios Nobel trabajaron en el Instituto; algunas investigaciones han permitido a la ciencia avanzar ...
... hay de esos tres mil duros? Pues que los has perdido. & 191;No me dijiste que tu novia le entreg& 243; ocho mil reales? Pues los has perdido tambi& 233;n.... & 161;Cristo Hemos sido unos brutos ...
... ste caballero nombrar a ese señor de Verduguillos. Por el mes de Septiembre del año treinta y ocho, salí yo de Zamora (donde nací y me crié y radican los pocos o muchos bienes que heredé a la muerte ...
... & 233;l llevaba en su pecho, y con esto terminaron el coloquio.A la ma& 241;ana siguiente, ser& 237;an las ocho, volv& 237;a ya el Bail& 237;o de San Vicente con su misa en el cuerpo. Sirvi& 233;ndole ...
... libras», pero, comprendiendo que me serían desfavorables, repliqué lo mejor posible y con un error de unos ocho peniques. Entonces el señor Pumblechook me advirtió que doce peniques hacían un chelín ...
... cerca de un alto, sobre el que estaba apoyado en su trabuco el capitán. En la ladera dormían ocho hombres bajo su custodia. A su lado pacía su hermoso caballo, que de cuando en cuando levantaba ...
... , cómo va siguiendo una trayectoria elíptica muy alargada con un período de revolución de setenta y ocho años. Y que, por tanto, el cometa que apareció en 1680 volverá a aparecer de nuevo ...
... más ni menos que del «vampiro de Dusseldorf».El hombre que en sólo diez meses fue capaz de cometer ocho asesinatos y catorce asaltos sexuales a otras tantas mujeres, poniendo a una ciudad entera ...
... cuyas herraduras hacían en el empedrado marcial y alegre ruido. Eran los recienvenidos ocho o diez mancebos que acudían al torneo de don Alejo de Mayorga, jóvenes de esos en quienes está hirviendo ...
... Edmundo a interesarse en aquel trabajo que le hacía compañía, cuando entró el carcelero.Habían pasado ocho días desde que decidió morir, y cuatro desde que empezó a poner en práctica su proyecto ...
... Conque está en París?-Sí.-¿Y qué sensación ha producido?-¡Oh -dijo Alberto-, se habló de él ocho días, pero después acaeció la coronación de la reina de Inglaterra y el robo de los diamantes ...
... de Rosa -Capítulo XIX: La mujer y la flor -Capítulo XX: Lo que había ocurrido durante esos ocho días -Capítulo XXI: El segundo bulbo -Capítulo XXII: La floración -Capítulo XXIII: El envidioso ...
Subir al tercer piso le toma cincuenta y ocho segundos. Decide terminar. Abre la puerta. Naufraga en sus ojos, color de miel. Selección de cuentos de Felipe GarridoConjuro -Una ciudad prodigiosa - ...
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