La tierra de todosde Vicente Blasco Ibáñez IIIEn uno de los tés de la marquesa de Torrebianca conoció Robledo á lacondesa Titonius, dama rusa, casada con un noble escandinavo, el cualparecía absorbido ...
Las mil y una noches - Tomo II Pero cuando llegó la 147ª nochede Anónimo HISTORIA ENCANTADORA DE LOS ANIMALES Y DE LAS AVESCuento de la oca, el pavo real y la pava realHe llegado a saber, ¡oh rey ...
nonePág. 150 de 158Cañas y BarroVicente Blasco Ibáñez-Búscala... , búscala volvió a ordenar con imperio al pobre animal.Y otra vez se metió entre los carrizos, moviendo la cola con expresión de ...
La carga ligerade los Hermanos Grimm Un campesino tenía un hijo que no abultaba más que el dedo pulgar; no había manera de hacerlo crecer, y, al cabo de varios años, su talla no había aumentado ni el ...
En el porche medio podrido de una casita de madera próxima al borde del barranco cerca de Winesburg, Ohio, un hombrecillo gordo caminaba nerviosamente de un lado a otro. Más allá de un extenso terreno ...
Crimen y castigo Tercera Parte: Capítulo VIde Fiódor Dostoyevski No lo creo, no puedo creerlo ‑repetía Rasumikhine, rechazando con todas sus fuerzas las afirmaciones de Raskolnikof.Se dirigían a la ...
Ana KareninaSéptima parte: Capítulo VIIde León Tolstoi Llegó al Círculo a la hora justa, en el momento en que socios a invitados se reunían en él.Levin no había estado allí desde el tiempo en que, ...
Grandes esperanzasde Charles Dickens Capítulo LIVEra uno de aquellos días de marzo en que el sol brilla esplendoroso y el viento es frío, de manera que a laluz del sol parece ser verano, e invierno ...
La fontana de oro Capítulo XV Las tres ruinas de Benito Pérez Galdós Las tres señoras de Porreño y Venegas vivían en una humilde casa de la calle de Belén: esta casa constaba de dos pisos altos ...
Cuarta Parte (Libro XI) Capítulo I: En casa de Gruchegnkade Fiódor Dostoyevski Aliocha se dirigió a la plaza de la Iglesia, donde vivía Gruchegnka, que aquella mañana le había enviado a Fenia para ...
ClemenciaPrólogode Fernán Caballero PrólogoCarta a mi lector de las BatuecasMi muy querido lector:Supongo que te acordarás de que me has escrito: cartas como las tuyas no las olvida el que las ...
Amalia: Amalia Sáenz de Olavarrieta Segunda parte, Capítulo 1de José Mármol «Tucumán es el jardín del universo, en cuanto a la grandeza y sublimidad de su naturaleza», escribió el capitán Andrews en ...
Ana KareninaSexta parte: Capítulo IVde León Tolstoi Vareñka estaba muy atractiva, con su pañuelo blanco sobre la negra cabellera, rodeada de niños, ocupándose alegremente de ellos y visiblemente ...
Rojo y negrode Stendhal Los anónimosDo not give dallianceToo much the rein; the strongest are strawTo the fire i’ the blood.TEMPESTA medianoche, al salir del salón, después de levantada la tertulia, ...
Un gran rosal se alzaba cerca de la entrada del jardín: sus rosas eran blancas, pero había allí tres jardineros ocupados en pintarlas de rojo. A Alicia le pareció muy extraño, y se acercó para ...
Esta es la versión para imprimir de Juan Martín El Empecinado.Si imprimes esta página, o eliges la opción de Vista preliminar de impresión en tu navegador, verás que desaparecen este cuadro, los ...
Escritor, etnólogo, Presidente de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) y diputado en la Asamblea Nacional del Poder Popular (Parlamento cubano). Nació el 28 de enero de 1940 en La Habana ...
Amalia: De cómo don Cándido Rodríguez era pariente de Cuitiño Quinta parte, Capítulo 16de José Mármol A las ocho de la mañana de uno de los últimos días de setiembre, el maestro de primeras letras de ...
... alegre: ya no sientola angustiosa opresión de la tristeza:el pájaro fatal del desalientograznando se alejó de mi cabeza.Amada, amada: ya, de nuevo, el cantovuelve a vibrar en mí, como otras veces ...
Juan Martín El Empecinado& 160;: 15de Benito Pérez Galdós Orejitas recibi& 243; orden de abandonar a Sig& 252;enza, antes que fuera sitiada por las imponentes fuerzas francesas que vinieron de Teruel ...
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