... lozanía ¡qué frescura ¿en qué Edén has vivido? Ganas me dan de ir a pasar una temporada a Villa-María, aun a costa de venir tan ... Segunda Parte - Tercera Parte - EpílogoISBN 978-84-9963-015-
IXParte Primera (Capitulo IX)de Benito Pérez Galdós Desde que se cruzaron las primeras palabras de aquella conferencia, que no dudo en llamar memorable, cayó Izquierdo en la cuenta de que tenía que ...
Torquemada en la hoguera& 160;: 1de Benito Pérez Galdós Voy a contar c& 243;mo fue al quemadero el inhumano que tantas vidas infelices consumi& 243; en llamas; que a unos les traspas& 243; los h& 237; ...
... cuando les das miguitas de pan? Créeme, allí es donde se dan los grandes bailes.Ayer tarde fui con mi madre al jardín, — ... flores?Las flores de la niña Ida de Hans Christian Andersen
VIIParte Primera (Capitulo IX)de Benito Pérez Galdós Había presenciado parte de la escena y estaba aterrada. «Ya le pasó lo peor -dijo Nicanora saliendo a recibirla-. Ataque muy fuerte... Pero no hace ...
IParte Primera (Capitulo VI)de Benito Pérez Galdós Pasaban meses, pasaban años, y en aquella dichosa casa todo era paz y armonía. No se ha conocido en Madrid familia mejor avenida que la de Santa Cruz ...
Brenda& 160;: 1Zelmarde Eduardo Acevedo Díaz En el est& 237;o de 187... Ra& 250;l Henares habitaba en uno de los sitios m& 225;s pintorescos de las cercan& 237;as de Montevideo. La casa quinta ocupaba ...
... convierte en un «ilustre forjador de sueños», nos dan a menudo una visión delirante y feroz de la ... - XVI. Una llama que no se apaga - Apéndice 1. Pintores clave para entender...
... . Sin embargo, en el siglo XIX se dan las condiciones ideales para que el hombre, a la ... - XIII. Los últimos años de Marx - Apéndice 1. Las ideologías en el mundo: capitalis mo y...
... efecto, las nuevas relaciones sociales dan al individuo, liberado de las trabas que ... - XVI. La locura llega con Paul Gauguin - Apéndice 1. La revolución burguesa, motor del cambio...
Los Cien Mil Hijos de San Luis& 160;: 1de Benito Pérez Galdós En Bayona, donde busqu& 233; refugio tranquilo al separarme de mi esposo, conoc& 237; al general Egu& 237;a. Iba a visitarme con ...
Un tribunal literario& 160;: 1de Benito Pérez Galdós & 171;Me gustar& 237;a enteramente sentimental, que llegase al alma, que hiciera llorar... Yo cuando leo y no lloro, me parece que no he le& 237;do ...
Arroz y Tartana& 160;: 1de Vicente Blasco Ibáñez A las tres de la tarde entr& 243; do& 241;a Manuela en la plaza del Mercado, envuelto el airoso busto en un abrigo cuyos faldones casi llegaban al ...
Los cuatro jinetes del Apocalipsisde Vicente Blasco Ibáñez Primera ParteII - El centauro MadariagaEn 1870, Marcelo Desnoyers ten& 237;a diecinueve a& 241;os. Hab& 237;a nacido en los alrededores de ...
7 de Julio& 160;: 1de Benito Pérez Galdós Parece que no ha pasado el tiempo. Todo est& 225; lo mismo. Ved la calle, la casa, los peces de colores nadando y revolvi& 233;ndose con incesantes curvas en ...
Gerona& 160;: 1de Benito Pérez Galdós Yo entr& 233; en Gerona a principios de Febrero, y me aloj& 233; en casa de un cerrajero de la calle de Cort-Real. A fines de Abril sal& 237; con la expedici& 243 ...
... a los fenómenos naturales, estos factores dan lugar fácilmente a mitos y leyendas ... - XIV. La Luna - XV. Y ahora, Marte - Apéndice 1. La Luna, el umbral del espacio - Apéndice...
nonePág. 1 de 5El castigo de la miseriaMaría de Zayas y SotomayorA servir a un grande ... genoveses: pues cuando más descuidado ven a un hombre, le dan manotada como zorro. Y como don Marcos...
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