... examen primero, o muestra de compañia, 955 y no por su fantasia se haga autor vn pandero. Con esto pondran la mira a esmerarse en su exercicio: que tanto es bueno el oficio, 960 ...
... locos fase se loco, el cuerdo non enloquese por fablar al roça poco yo lo pienso en mi pandero muchas veçes que lo toco. Mançebillo en la villa atal non se fallará, non estraga lo que gana ...
... verdaderos mancebos o amancebados)-; callad y tapaos los ojos, y dejad tocar el pandero a quien sabe y que guíe la danza quien la entiende, y no habrá par de canónigos en esta ciudad más regalados ...
... e buen gusto, una gorra de pana morada, muy ancha de plato y muy estirado éste, como piel de pandero, por la virtud de un aro de palo que tenía dentro, y de uno de cuyos bordes, creo que el derecho ...
... ; tenía a la sazón el rostro encendido, ladeado el tricornio, y con picaresco ademán repicaba un pandero roto ya, y muy engalanado de cintas. Ana y Amparo figuraban entre los grumetes. La Comadreja ...
... Cortés; yo había descubierto en mí un Nuevo Mundo, y después de descubrirlo, lo había conquistado.-Alábate, pandero -dijo Sofía riendo.-Si hay héroes en el mundo, tú eres uno de ellos -afirmó Carlos ...
... la salvaci& 243;n de Su Majestad siga confiada a las manos que por aqu& 237; tocan el pandero, ellos est& 225;n de enhorabuena& 187;.En el invierno del mismo a& 241;o se realizaron las predicciones ...
... ;a que entr& 243; viniendo de Aranjuez, ni que le alab& 243; a mi Zainilla el garbo para tocar el pandero, pero los probres somos probres, y yo pondr& 237;a a mi Fernando en siete tronos... Hijo, dame ...
... despreciativo y amenazador-, ¿usted qué sabe lo que habrá ni lo que no habrá? En otras manos está el pandero. Descuide usted, que hablará la Gaceta, y entonces sabrán todos cómo se corta el queso ...
... a que su mujer le entregaba indefenso, atado de pies y manos, a cuantos parientes quisieran hacer de él un pandero. Los Valcárcel, oriundos de la montaña, habían bajado a las villas de las vegas ...
... a que su mujer le entregaba indefenso, atado de pies y manos, a cuantos parientes quisieran hacer de él un pandero. Los Valcárcel, oriundos de la montaña, habían bajado a las villas de las vegas ...
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