... las olas se tragasen a aquella temeraria ciudad, que como una gaviota se ha plantado sobre una peña rodeada de mar, D. Jeremías declaró aventurada la empresa. Sentándole mal el agua de aljibe, se puso ...
Alejandro Dumas (padre)Los tres mosqueterosLa antecámara del señor de Tréville◄& 160;& 160; IIIIII & 160;& 160;►El señor de Troisville, como todavía se llamaba su familia en Gascuña, o el señor de ...
... ay , hasta ahora lo he buscado en vano. He revuelto media pen& 237;nsula buscando a D. Quijote, y D. Quijote no parec& 237;a por ninguna parte. Yo cre& 237; que tan noble tipo se hab&...
... abajo dos tabiques y plantar una nueva fila de & 225;rboles, y traer algunos muebles.& 191;Muebles? & 161;Ah D. Benigno habr& 237;a tra& 237;do, si en su mano estuviera, el trono de las Espa& 241;as ...
El conde de MontecristoCuarta parte: El mayor CavalcantiCapítulo 3de Alejandro Dumas Capítulo terceroEl telégrafo y el jardínAl volver a su casa el señor y la señora de Villefort supieron que el señor ...
... Huerta de la Orden del Cister á la raya de Aragón.De la vasta erudición histórica que poseia D. Rodrigo, y que acredita su lectura y diligencia en las antigüedades, queda MS el Breviario ó Compendio ...
... IVde Benito Pérez Galdós Capítulo IV - La escena campestreI-Acepta el brazo del Sr. D. Narciso y no seas tan desabridota -decía por lo bajo a su hija la buena de doña Bernarda al entrar por la alameda ...
... mayores simplezas& 187;.Apretose el corrillo alrededor de Iglesias (meti& 233;ndose en & 233;l D. Pedro con empuje de codos), y uno de los jovenzuelos m& 225;s avispados que en el cotarro bull& 237;an ...
... y curaba con agua de la fuente y falsos latines... y 2.º en un viaje a Lourdes. Cuando se marchó D. Romualdo de la droguería, lanzando furiosas miradas de ira y de desprecio a estantes y escaparates ...
... & 237;a.-Buenas tardes, ni& 241;as -grit& 243; D. Juan Tafet& 225;n, dirigi& 233;ndose a las ... corrieron al balc& 243;n para ver qui& 233;n pasaba, D. Juan Tafet& 225;n se acerc& 243; a...
... devorar aquel pequeño tesoro. Alifonso decía: «Todos los días no son días de penas, Sr. D. Martín. Si un día se nos meten por la puerta esos demonios de inquisidores, otros nos llueven escudos de oro ...
... escéptico, el que ponía a Dios en tela de juicio, D. Jorge seguía trabajando de firme, afanándose ... continua, se trocó para la mujer y los hijos de D. Jorge en taciturna...
... el camino la fingida historia que debía justificar el soborno y darle apariencias delicadas. Llamó D. Eustaquio al portalón, y abierto este por la niña mayor, viéronse en un corral poblado de hermosas ...
... -dijo la de Tirgo-. No le ri& 241;as, hija, que harta paciencia ha tenido el pobre. Mira que aguantarse tres meses y d& 237;as en este lugar& 243;n, entre gentes r& 250;sticas... s& 237;, hija, pong ...
... el siglo I a.C. bajo el mandato del emperador Octavio Augusto y se completó en el siglo II d.C. durante el reinado del emperador Adriano. A lo largo de los siglos, el templo sufrió varios daños debido ...
... habían cedido obras para apoyar la Conférence d’Europe Occidentale pour l’amnistie aux ... une constatation s’impose cependant, l’existence d’un fond commun où tous les...
... Artes, nº 72, Madrid, 23 de noviembre de 1965, p. 35.↑ Cfr. Lloréns, Tomás, «Un any d’Estampa Popular…, op. Cit., noviembre de 1965, pp. 41-43.↑ Recordemos que Valeriano bozal hablaría ...
... , tomo II, n.º 2). Buenos Aires, s/d, 1961.Cortés Conde, Roberto: La economía argentina en el largo ... , génesis de la colonia y pueblo Chabás. Rosario, s/d, 1983.Grigera, Dora E. y...
... and Architecture of Ancient Greece, 1967.Arquitectura: F. Benoit, L’Architecture. 1. Antiquité, 1911.—D. S. Robertson, A. Handbook of Greek and Roman Architecture, 2.ª ed., 1945.—W. B. Dinsmoor ...
... ) en Studia et Documenta Historiae et Iuris 55, 529-554.– (2005): “Il giurista nell’impero romano d’Oriente (da Giustiniano agli inizi del secolo XI)”, FM XI (FBRG 26), 147-211.Grabar, André ...
8.417 palabras
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