... hasta las mismas puertas de Granada e interceptando cuantos convoyes de municiones y vituallas salían de la capital con destino al ejército cristiano. Noticioso MONDÉJAR de aquel estado de cosas ...
... , Isayo comprendió que la florescencia del árbol encantado no era sino las canas de Merlín, que salían afuera, como un ruego y una lamentación constante del cautiverio del brujo.Y cuando Isayo pensó ...
... : lo que prolongó mucho el tiempo de universidad. Cuáles no serían las lamentaciones, imprecaciones y reconvenciones que salían como de un fecundo manantial, de la boca de la seña Tiburcia, cada vez ...
Arroz y Tartana& 160;: 8de Vicente Blasco Ibáñez La vela del Corpus, con sus anchas listas azules y blancas, sombreaba desde los altos m& 225;stiles la plaza de la Virgen.La muchedumbre, endomingada, ...
Entre naranjosde Vicente Blasco Ibáñez Tercera ParteI–Don Rafael, los se& 241;ores de la Comisi& 243;n de Presupuestos aguardan a us& 237;a en la secci& 243;n segunda. –Voy al momento. Y el diputado ...
La tierra de todosde Vicente Blasco Ibáñez IXEl famoso Manos Duras vivía al borde de la altiplanicie, del lado dela Pampa, viendo enfrente el límite de la Patagonia, y á sus pies laamplia y tortuosa ...
... semejante. Parecíame, usando un símil materialista, que las ideas no cabían en ella, y que se me salían por los ojos y los oídos. En este laberinto dominaba una evidencia muy desconsoladora ...
... qué rotura ¡Vaya unas ganas, un entusiasmo, valido de que por política, por cumplimiento nada más, salían ofreciéndole la casa, soplarse a renglón seguido ... Era decididamente más difícil entrar ...
... asimila a otro cuando está más poblado. Kosnichev reconocía una cosa y otra, pero con limitaciones. Y, cuando salían del salón, dijo, con una sonrisa para cerrar la discusión:–Para la rusificación ...
... bién estaba conectada, traducía, a su vez, en energía. Del otro extremo del reactor salían los cables conductores que terminaban en una batería acumuladora.—Le voy a hacer una pequeña demostración ...
... a caballo para empezar a recorrer el país.Barbicane, en el momento de saltar a tierra, vio que le salían al encuentro los 3.000 habitantes de la ciudad de Tampa. Bien merecía este honor el presidente ...
La Batalla de los Arapiles& 160;: 37de Benito Pérez Galdós Dejadme descansar un instante y luego contestar& 233; a las preguntas que se me dirigen. Yo no recobr& 233; el sentido en un momento, sino ...
... escaparon en desorden de la pañoleta de punto con que abrigaba su cabeza.Cuando llegó al cinematógrafo, salían de él los últimos grupos de espectadores. Los empleados apagaban las luces y retiraban ...
... i tío, recostados contra la pared, trataron de masticar algunos trozos de galleta. Prolongados gemidos salían de mis labios tumefactos, y acabé por caer en un profundo sopor.Al cabo de algún tiempo ...
... y conmiseración: la opinión pública se le había vuelto favorable. En Escocia, las multitudes salían a su paso, atribuyéndole aún un poder sobrenatural. El era el rey, la pieza principal del juego ...
... a cuatro organilleros, con lo que armaban un guirigay de mil demonios por toda la vecindad. Salían a los balcones las muchachas, y ellos se reían con ellas y les tiraban besos y flechas de prospectos ...
... o cuatro días. A veces Ana y Quintanar, después de comer, a eso de las cuatro de la tarde, salían a la carretera de Santianes a esperar a sus amigos. La soledad le iba pesando un poco a don Víctor ...
... o concertado. Teníalos locos de contento porque les leía en un libro, y todas las coplas nuevas que salían. Regalábanme, queríanme y dábanme muchas cosas, y después de bien ganada la voluntad me dijo ...
La Batalla de los Arapiles& 160;: 23de Benito Pérez Galdós Al llegar a esta parte de mi historia, obl& 237;game a detenerme cierta duda penosa que no puedo arrojar lejos de m& 237;, aunque de mil ...
... encontraban en la jata. Con la boca abierta, el compadre quedó petrificado. Los ojos se le salían de sus órbitas, como queriendo disparársele, y los separados dedos de la mano se le quedaron rígidos ...
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