... 233; cosa m& 225;s f& 225;cil Cr& 233;ame a m& 237;: d& 233;jese llevar, d& 233;jese querer...& 187;.No muy satisfecho, aunque resignado con la c& 243;moda filosof& 237;a del polizonte,...
... notable: Anquetin, Bernard, Toulouse-Lautrec quien realizó aquí un retrato de Vincent , Caran d’Ache, Steinlen y Rollinat entre otros. Incluso logra que acuda Tanguy.En el medio año de trato ...
... Fern& 225;ndez padece del reuma, le ve D. Pedro Nolasco, que es un gran doctor. A & 233;l ... ;oles que se est& 225;n formando... & 191;a que no sabes d& 243;nde se est& 225;n formando?...
... cercana estaba el servicio de chocolate, el cangilón rebañado, migas de bollos y la servilleta sucia. Vestía D. Rafael levita vieja militar con el cuello desabrochado, dejando ver la camisa de dormir ...
... dando las señas de la casa, rogaban al señor D. Jesús pronta contestación a un difícil punto que ... leyó Alejandro en voz baja lo siguiente: «Sr. D. Julián de Capadocia: »Muy...
... asistían a ella todas las noches; a saber, don Acisclo, D. Anselmo, el cura, Pepe Güeto, su ... y lleno de terror, acudió en busca de D. Anselmo y llamó a
... sab& 237;a & 233;l que en Regina C& 339;li estaba un gran criminal que deb& 237;a terminar sus d& 237;as en la ma& 241;ana pr& 243;xima, y como & 233;l era absolutamente inexorable contra los enemigos ...
... , de la tierra de Hernán Cortés y Pizarro, y por fin hizo triunfal entrada el matrimonio Socobio, D. Saturno risueño, claudicante, envejecido; Eufrasia elegantísima, dominando desde el primer instante ...
... compa& 241;eros de Riego, a saber: el capit& 225;n D. Mariano Bayo, el teniente coronel piamont& 233;s ... ingl& 233;s Jorge Mat& 237;as. D. Patricio Sarmiento, que no se atrevi& 243; a...
... mandan a la c& 225;rcel.-& 161;Jes& 250;s, qu& 233; miedo -dijo la muchacha-. & 191;D& 243;nde nos esconderemos? Diego, t& 250; tienes la culpa. Vamos a tierra pronto, hijito, o & 233;chanos a pique ...
... os diera,digno de vuestras maldades.D. ÁLVAROHombre, fantasma o demonio,que ha tomado ... ,y para que yo te mate.D. ÁLVAROVamos a probarlo al punto. (Despechado).
... Vienen a tomarle medida del f& 233;retro... y a cortarle los pies bonitos para que quepa... Es muy grand& 243;n D. Juan & 193;lvarez Mendiz& 225;bal... Pero quiz& 225;s lo que le sobra no es por abajo ...
Los tres mosqueterosEl ballet de la Merlaisonde Alejandro Dumas (padre) Al día siguiente no se hablaba en todo Paris más que del baile que los señores regidores de la villa darían al rey y a la reina ...
... mosén Pierres de Peralta contra las tropas del Rey D. Enrique II, y los horrores de aquel memorable sitio ... había nombrado general de su ejército del Norte a D. Rafael Maroto. Este,...
... neos y machacar huesos. Pero do& 241;a Perfecta era se& 241;ora y adem& 225;s su t& 237;a, D. Inocencio era anciano y sacerdote. Adem& 225;s de esto las violencias de obra son de mal gusto e impropias ...
... Sedeño, secretario de Su Ilustrísima, el paje del mismo, D. Juan Amarillo, el cura y el alcalde de ... en el período que acaba de pasar... -¡Ah -dijo D. Juan Amarillo haciendo al...
... había excedido a su necesidad. «¿Por qué pedí mil reales en vez de ochocientos?». No se lo explicó nunca. D. Juan Nepomuceno miró, sin contestar, a su afín. ¡Mil reales Aquel mentecato se había ...
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... & 241;a Mar& 237;a conteniendo con grandes esfuerzos los gestos amenazadores, natural expresi& 243;n de su ira. D. Paco se llev& 243; el pa& 241;uelo a los ojos para enjugar una l& 225;grima. In& 233 ...
... : «Toledo, 7 de mayo.»Mi muy querido y reverenciado Sr. D. Pedro Regalado: Ban ya 8 días que usted ... reberencia, Bernarda Quiñones. P. D. En su carta deme Noticias de
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