... . HabÃa nacido en un lugar de la provincia de Guadalajara. Su padre era cochero de punto, su madre lavandera, en el Manzanares. El ajuste era el que sigue: tres pesetas de jornal y las propinas ...
... manos a los pechospara que nunca, nunca, te peinen en la noche,para que no derriben a tu madre, que no la toquenen sus sillas y su retrato, junto a su barajatartamuda y a la cáscara de su padrenuestro ...
... & 225;is sobre ella -me dijo Athenais.-No me dice nada que yo no sepa. La infeliz madre, agobiada por el dolor y la impaciencia, me apremia sin cesar para que le devuelva el bien que le han quitado ...
... del ramo de flores, dos animalillos de barro. Ni las mujeres que la velaron, ni el padre, ni la madre, supieron explicarse esto; pero la linda ni& 241;a, tan llorada de todos, entr& 243; en la tierra ...
... libertad; has redoblado el furor de los inquisidores, verdugo. Y sin embargo de esto, cuando ha concluido el martirio de mi madre; cuando ha venido la revoluci& 243;n, y triunf& 225;bamos, y ten& 237 ...
... por casualidad en esta tierra, y, sin embargo, la quiere uno... pues, como se quiere a una mala madre... Yo soy gaditano, o lo que es lo mismo, de Chiclana, y por tener alg& 250;n parentesco lejano ...
... fingiose prudente.-Aquà es.Y Julito detúvose ante un portal de casa de vecindad, y no de las mejores. La madre del diestro, una vieja curtida, de cenceño rostro que surcaba laberÃntica red de arrugas ...
... de la gente de edad madura y de posición elevada estaba descontenta del escándalo que se preparaba.La madre de Vronsky, al enterarse de las relaciones de su hijo, se sintió, en principio, contenta ...
... que tira a quebrantar las leyes sociales y religiosas: no te sustraigas a la santa misión de esposa y madre, te lo encargo, te lo suplico.-Bien, tÃo -dijo la dócil Clemencia-; si tuviese la terrible ...
... 193;nimo, Sr. Sarmiento, y encomi& 233;ndese a Su Divina Majestad y a la Reina de los cielos, Nuestra Madre amoros& 237;sima, para que le den una buena muerte y franca entrada en la morada celestial ...
... mundo. La Diosa les mandó que arrojasen hácia tras y por encima de sus cabezas los huesos de su madre, esto es, piedras, las cuales luego que salieron de sus manos, se convirtieron, las de Deucalion ...
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