... normal habÃa desaparecido. Descuidaba u olvidaba sus ocupaciones comunes. Vagaba de habitación en habitación con pasos apresurados, desiguales y sin rumbo. La palidez de su rostro...
Esta es la versión para imprimir de 7 de Julio.Si imprimes esta página, o eliges la opción de Vista preliminar de impresión en tu navegador, verás que desaparecen este cuadro, los encabezados y los ...
... frÃo.Sobre la tapia, el sol enrojecÃa oblicuamente los ladrillos.Mi madre cosÃa en otra habitación y mi hermana preparaba sus lecciones. Me dispuse a leer.Sobre una silla, junto al respaldar del lecho ...
... .Transido de espanto, temblándole las piernas, Raskolnikof volvió como pudo a su casa y subió a su habitación. Se quitó la gorra, la dejó sobre la mesa y permaneció inmóvil durante diez minutos ...
... el sueño, en fin…Sus hermanos ceden; con el dinero que le prestan Bronia y su cuñado toma una habitación en el Barrio Latino. A los pocos dÃas se efectúa el traslado. MarÃa promete ir a visitarlos ...
Los cuatro jinetes del Apocalipsisde Vicente Blasco Ibáñez Segunda ParteV - La InvasiónHu& 237;a don Marcelo para refugiarse en su castillo, cuando encontr& 243; al alcalde de Villeblanche. El estr& ...
... volvió en sÃ.Eran las diez de la mañana. El sol, como siempre que hacÃa buen tiempo, entraba a aquella hora en la habitación, trazaba una larga franja luminosa en la pared de la derecha e iluminaba ...
... de aviso. Al sentarse en la otomana Pyotr Ivanovich recordó que Ivan Ilich habÃa arreglado esa habitación y le habÃa consultado acerca de la cretona color de rosa con hojas verdes. Al ir a sentarse ...
Esta es la versión para imprimir de Arroz y Tartana.Si imprimes esta página, o eliges la opción de Vista preliminar de impresión en tu navegador, verás que desaparecen este cuadro, los encabezados y l ...
... , unida a la intensidad del dolor Ãntimo, aumentaba todavÃa su desventura.Un dÃa entró en la habitación de su madre para decirle alguna coca, y súbitamente se puso a llorar. Las lágrimas le resbalaban ...
... muros devolvieron un sonido plano y sordo. Quizá quince veces di la vuelta a aquella habitación, buscando una salida cualquiera: no la habÃa; caà agotada de fatiga y de terror en un sillón. Durante ...
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