... capellán y la señorita desnudaban a San Pedro, peinaban los rizos de la Purísima, ribeteaban el sayal de San Antón, fregoteaban la aureola del Niño Jesús. Hasta la boeta de las ánimas del Purgatorio ...
... pinta el tiempo sin galas. Nunca dellas me enamoro, porque su hermosura es tal como ropa de sayal con las guarniciones de oro. 420LINARDOEngañado estás, aguarda que de aquella tienda sale una aldeana ...
... 237; como tambi& 233;n pod& 237;a suponerse que el agujereado mandil de la Zaina era un rico sayal de fin& 237;sima puntilla de Flandes, y el cuchillo de partir varita de oro para dar gusto y ocupaci ...
... veo que dese rústico aseo es muy contrario el lenguaje, & 160;& 160;& 160;& 160;y podrá ser que el sayal encubra el al del refrán. 110<<<El laberinto del amor de Miguel de Cervantes Personas ...
... es entraremos en la iglesia;recibiréis mi absolución, y luegoel pan de vida y de salud eterna.Vestiréis el sayal de San Francisco,y os daré avisos que importaros puedanpara la santa y penitente vida ...
... ima de la cama, vestida con la holgada bata de estameña -el triste hábito, semejante a un sayal-. Tenía el rostro muy rubicundo, los párpados hinchados y entreabiertos, empañado el brillo de los ojos ...
... le buscaron por todo el castillo y no apareció; lo único que se había llevado consigo era el bordón y sayal de peregrino de uno de sus antepasados que había ido a la Tierra Santa en aquel hábito ...
... existencia oscura y miserable,solos con sus pensamientos y el ardiente corazóninerte bajo el sayal, como un cadáver en susepulcro. Volví a fijarme en aquellas faccionesangulosas y expresivas; volví ...
... socorro por ahí fuera? - preguntó Cedric al bufón.-¿Esperanza? -respondió Wamba-. Cuando vistas mi sayal, es como si te pusieras lacasaca de un general en jefe.Quinientos hombres están a cien pasos ...
... y encogido, que como en las santas consejas que nos hablan de remotos tiempos, cuando, bajo el humilde sayal, recamado de conchas, de los peregrinos, erraba por las veredas nuestro Señor Jesucristo ...
... traygo riquíssimo solimán.» Mi buena beata pastillas vendía con el ábito de sayal, pero lo que debaxo dél se encerrava solimán era. También me reí, hasta que la huve conocido, de los que dezían ...
... ajena. 80RUSTÁNTiene tanto deseo de verse sin el traje turquesco, que imagino que de jerga y sayal se vestiría, como el vestido fuese 85cortado a lo cristiano. MAMÍA mí, mas que se vista de hojas ...
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