... direcci& 243;n era s& 243;lo avistarse con su & 237;ntimo amigo Borso di Carminati, para darle un abrazo y pasar unos d& 237;as con & 233;l. Ten& 237;a en el ej& 233;rcito del Centro excelentes amigos ...
... siglos. -Yo no me paro en peque& 241;eces -dijo D. Santiago Fern& 225;ndez-, y aunque tolero un ... Gran Capit& 225;n & 187;. -& 161;Qu& 233; d& 237;a -exclam& 243; melanc&...
... son hablillas de logias y clubs, que quiz& 225;s no tengan fundamento... pues o& 237; decir que el Seren& 237;simo D. Sebasti& 225;n, pr& 237;ncipe ilustrado, artista, matem& 225;tico, pol& 237;glota ...
... Seg& 250;n lo que supe despu& 233;s al ir a Sanl& 250;car acompa& 241;ando a la familia, D. Jos& 233; Mar& 237;a hab& 237;a forjado una novela de hero& 237;smo y habilidad por parte suya; en diversos ...
... ;s verde, y clavando las u& 241;as en los brazos del sill& 243;n.-S& 237;; tambi& 233;n D. Felic& 237;simo me habl& 243; de & 233;l esta ma& 241;ana... No me acuerdo de su nombre... pero lo apunt& 233 ...
... a los seis individuos en accidental intimidad. El rumboso D. Bruno, que ni a tiros quería soltar el lucido papel ... de principios, llevando la voz D. Santiago Ibero y
... Miguel, de los patriotas Quiroga y Palarea, de Salustiano, del propio Mendiz& 225;bal, pues ya sab& 233;is que D. Juan & 193;lvarez comunic& 243; desde Londres su prop& 243;sito de constituir all& 237 ...
... re los asuntos espa& 241;oles, y de paso inquiere si Rostchild est& 225; dispuesto a prestar dinero a D. Carlos en caso de que sea reconocido Rey efectivo por la madre de Isabel II. En brev& 237;simas ...
... como en efecto pasó. Orgullosísimo estaba D. Silvestre, y aquellos días tenía una cara com ... importancia. -Vea usted a dónde conduce la irreligiosidad, Sr. D. Juan -dijo dando un...
... & 237; -dec& 237;a apoy& 225;ndose en su bast& 243;n de pu& 241;o de oro el se& 241;or D. Francisco Bruno Esteban, can& 243;nigo dignidad de Osma y Teniente Vicario general castrense-, vienen de parte ...
... la noticia que le traigo a usted, noticia que aparejada lleva una preguntita. El Gobierno propone al señor D. Joaquín Tarancón, Obispo de Córdoba, que, como he dicho antes, es tío de la señora Abadesa ...
... un volc& 225;n, revent& 243; la c& 243;lera de D. Felic& 237;simo, y no qued& 243; dentro de su boca palabra ... all& 225; a Madrid.-& 191;C& 243;mo?-Sr. D. Felic& 237;simo -dijo Salvador...
... 243;nigo retozaba una sonrisilla, y sus ojos hab& 237;an tomado animaci& 243;n extraordinaria. D. Cayetano se ocupaba en dar diversas formas, ora romboidales, ora prism& 225;ticas, a una bolita de pan ...
... siglos de antipatíaNo eran las seis cuando D. Buenaventura y Daniel Morton estaban solos ... to Lantigua corría presuroso en busca del señor cura D. Silvestre Romero. Gloria de Benito...
... fea y sucia... y apenas nombró la visitante al Sr. D. Martín, vio que este surgía de las sombras de la ... Pase, joven, pase. Dominga, traerás luz». Tras D. Martín entró Lucila en...
... cualidades de actor y de poeta. En julio del año 64 d. de C., estalló el famoso incendio de Roma: durante ... oriental, de Augusto a los Severos (31 a.C.-235 d.C.). Akal, 1994. ISBN...
... fica, m& 225;s conocida por la de los pavos.Eran D. Jos& 233; Bail& 243;n un animalote de gran ... Maldito sea & 187;Aplicad el o& 237;do y decidme de d& 243;nde viene ese rumor vago,...
... les caus& 243; much& 237;simo agrado. -& 191;Vienes de las Cortes, Vejarruco? -pregunt& 243; D. Diego a uno de ellos. -S& 237;... y qu& 233; borrasca han armado all& 237; con el pap& 233; de Lardiz ...
... la República y era heredero e hijo adoptivo de César. Su largo reinado (27 a.C.-14 d.C.) es de una enorme complejidad y estuvo marcado por la necesidad de agrupar en torno a sí a los numerosos grupos ...
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