... & 243; en francas risas.-Veo que el Sr. D. Inocencio -dijo- ha tomado por lo serio estas majader ... ;ticos. Te la ense& 241;ar& 233; -dijo D. Cayetano, gozoso de plantear un tema de su...
... dom& 233;stico. Como en el pueblo no hab& 237;a m& 233;dico, ni siquiera alb& 233;itar, entre D. Beltr& 225;n y Chimeta (que as& 237; se llamaba la mayor de las muchachas, y al propio tiempo la m& 225 ...
... , meditabundo, sombr& 237;o, t& 233;trico, D. Saturnino Albu& 237;n de tiempo en tiempo ... Albu& 237;n-. Maldito sea el d& 243;mine y quien ac& 225; lo trajo. -Yo, Sr.
... Pedagogía& 160;: IVEs forzoso repetir que la crueldad de D. Pedro era convicción y su barbarie fruto áspero pero ... he dicho». Muchas amistades cultivaba D. Pedro en Madrid. Eran las...
... cosas, doña Catalina, cuanto más a paso de carga, mejor. -Bendita sea su boca, D. Juan. Pues nos vamos mi hija y yo solas, con el novio... Ya sabrá que a Simón le trasladaron a Albacete. -No lo sabía ...
EL ABOGADO (EL TÍO DOMINIQUE)CEZANNE, Paul (1839-1906). Tío Dominique (El Abogado). h. 1866. Post-impresionismo. Oleo sobre lienzo. FRANCIA. París. Musée dOrsay.Paul Cézanne nunca llegó a tomar ...
... n que quemar& 225; el verdugo.-249. Causa de D. Benigno Cordero y de su hija Elena Cordero por ... arqueando las cejas.-N& 250;mero 251. Causa de D. & 193;ngel Seudoquis -cant& 243; el...
... no ponía atención en las cariñosas palabras de D. José. Sintió en su cerebro una impresión extraña ... paró y dijo con voz lúgubre: «Aquí mataron a D. Juan Prim. Todavía...
... su látigo el guapo de Loja. También el orador angélico D. Joaquín María López iba cayendo de su ... siguió otro en la Plaza Mayor, en que el propio D. Ramón María y el Brigadier...
... olvidado. Noble y santa voz de la sangre ¡qué á tiempo sabes hacerte oír Muerto era ya D. Lucas cuando acaecieron estas cosas. Anatolio acudió donde le llamaron, y puso á réditos de la enfermedad ...
... l tambi& 233;n morir& 225;. Hoy le ha entrado el delirio y ha traspasado el mando al teniente del Rey D. Juan Bol& 237;var. Desde que & 193;lvarez est& 225; en cama, nadie considera posible la defensa ...
... frases que bajo frivolidad aparente escondían la intención amorosa. -¿Vienes, Gloria?-repitió D. Juan. -No- dijo ella vivamente-, tengo que rezar y me vuelvo adentro. El semblante de Rafael se nubló ...
... Qu& 233; bueno por aqu& 237;, Sr. de Lobo? -d& 237;jele, ofreci& 233;ndole junto a ... Melchora. -& 191;De modo que ya no coges el fusil? -me dijo D. Roque. -Y ahora hace falta -a&...
... por primera vez para la Puebla de Montalban, nada ponia freno á la voluntad de la Reina consorte , D.ª Mariana de Noeburg, mujer soberbia y codiciosa, según la pinta la Historia, sin amor al Rey ...
Vergara Capítulo XXIVde Benito Pérez Galdós -No soy de Cintruénigo, sino de Ablitas -replicó D. Fernando muy cortés, olvidado del lenguaje baturro que en aquella tierra fingía, y adoptando su natural ...
... mi inteligencia, bendita seas por haberme inspirado esta idea Tomando luego bruscamente el tono familiar, dijo a Solita:-Pocos d& 237;as me restan de vida. Quiz& 225;s tres, quiz& 225;s dos, quiz& 225 ...
... ; negarlo con pueril soberbia?, y por un momento sentime arrepentido de haber emprendido obra tan dif& 237;cil. D. Pablo que ten& 237;a m& 225;s miedo que yo, daba diente con diente.Celebramos consejo ...
... -repuso con agitaci& 243;n en voz baja; y luego, en voz alta, a& 241;adi& 243;-: Sr. D. Gabriel, estas estampas de Dafne y Apolo, de J& 250;piter y Europa son indecorosas, y hemos encargado a Sevilla ...
... saber por dónde empezar su empresa caritativa, cuando D. José se le acercó y con voz cautelosa le dijo ... cifra y compendio de la melodía infinita Echó D. José un gran suspiro y...
... de época romana, esculpido en la antigua cantera del Mèdol.Sarcófago de Hipólito. Relieve en piedra del siglo II d.C. procedente de Tarraco.Fragmento del Mosaico de los Peces (primer tercio siglo III ...
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