... Siannah ha desaparecido.XXIIIEn aquel punto, el Sueño tiende las alas y abandona al príncipe. Este, convulso y pálido aun, despierta de su pesadilla, busca a su esposa, en cuyo seno se había dormido ...
... tierno e inocente, para implorar al cielo acompañada de su madre.El verla, con su cabello blanco y su pálido rostro, arrodillada a mis pies, hizo estremecer todo mi cuerpo. Traté de levantarla y tendí ...
... vanidad, y la vanidad me conduce a este fin desastroso. (Sigue escribiendo con agitación, se pone pálido y, al concluir, su mano tiembla.) »Ahora escribiré a Isidora, a quien no veré más. La única ...
... al señor Canuto en su peroración y se dirigió a laesquina de la calle Mayor.Juan estaba pálido y sin fuerzas, formando un grupo con Prats, Carutyy el Madrileño.Estos dos últimos, borrachos, gritaban ...
... que se oyen impresionan tanto como las que se ven o sienten.Cuando su padre el rey Soleimán-Schah le vió tan pálido y tan acongojado, comprendió que Diadema tenía el alma llena de pesares y zozobras ...
Un voluntario realista& 160;: 26de Benito Pérez Galdós Al anochecer del d& 237;a que sigui& 243; a la cat& 225;strofe de San Salom& 243;, un cochecillo de dos ruedas corr& 237;a por el detestable ...
... mala, pues la comida se interrumpió ahí. El cordero llegó encarnado por el interior y muy pálido por fuera, sin contar con que estaba cubierto de una sustancia extraña y polvorienta, que parecía ...
... roja después de las comidas, especie de fenómeno vegetal más desagradable en un rostro pálido e insípido, que en cualquier otro. En una palabra, que era tal como podía desearla una madre de treinta ...
Juan Martín El Empecinado& 160;: 22de Benito Pérez Galdós -Yo no veo en esto -le dije- sino una cruel venganza. Muero con la ilusi& 243;n de que Dios proteger& 225; a esas dos personas que no quieren ...
... que la hierbosa y alta ladera de un canal, y el del mar, con su recta inmensa contra el cielo... Todo sobrio: pálido el cielo; el mar, azul, azul, muy azul, la costa verde ceniza; las rosas rojas ...
... ; el yugo es más pesado para un cuello delicado. El recluta novato se pone pálido ante la idea de una herida; pero el veterano observa impasible su propia sangre porque sabe que ésta ha sido ...
... , enronquecido por la fatiga.El cuadrillero, al percibir junto a sí a aquel rostro bilioso y pálido, experimentó un estremecimiento involuntario que le costó mucho disimular. Acababa de reconocer ...
... las últimas en flor. Habíalas de todos matices: encarnadas, amarillas, blancas, té, rosa pálido... Sus vivas entonaciones contrastaban con el uniforme verde-gris del paisaje. Y por si tan bello ...
... de mis propios males -Ángel divino, que en humano y tierno -Matilde, no te espantes que Felino -Con pálido calor, ardiendo en ira -Fingido amigo, en las lisonjas tierno -Fugitivo cristal, el curso ...
Zalacaín el aventurero Libro Segundo: Andanzas y correrías Capítulo XIIIde Pío Baroja CÓMO LLEGARON A LOGROÑO Y LO QUE LES OCURRIÓHicieron entrar a todos en el cuerpo de guardia, en donde, tendidos ...
... nde está mi hija?-¡Ah Adivínalo, bribón, si es que no lo sabes.-Espera, espera -gruñó Gryphus, pálido y con los labios agitados por la locura que comenzaba a invadir su cerebro-. ¡Ah ¿No quieres ...
La desheredadaPrimera ParteCapítulo VI& 161;Hombres de Benito Pérez Galdós - I -Aquella buena mujer que pared por medio de la Sanguijuelera viv& 237;a, ten& 237;a por consorte a un rico mercader ...
... padre del niño que tú llevaste a enterrar aquella noche. -¿Y qué tengo que ver yo?... -tartamudeó Felipe, más pálido que su camisa. -Mucho -respondió don Perfecto en tono decidido-; mucho, Felipe ...
... de mis propios males -Ángel divino, que en humano y tierno -Matilde, no te espantes que Felino -Con pálido calor, ardiendo en ira -Fingido amigo, en las lisonjas tierno -Fugitivo cristal, el curso ...
... allí cerca, acompañado de una mujer serenamente hermosa y un niño blanco y rubio.Pálido y delgado aún, pero sano y feliz, denunciando en el espiritualizamiento de su figura el padecer de los cuatro ...
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