... zás no vuelvas.Asà cantaban los pastores.Con las mozas venÃa Malvarrosa.Para engalanar cabellera y garganta cortó las clavellinas de su huerto; con malvarrosas bordó su falda; un ramo de jazmines ...
... Si fuera un buen mozo no le tendrÃas asco.Y se echó un vaso de vino a la garganta, mientras su hija, colorada hasta las orejas, enjugaba con los párpados una lágrima que el despecho le hacÃa brotar ...
... aguardando no dejó de tragar saliva, como si tuviera, como suele decirse, un nudo en la garganta. Por fin entró el capitán, cerró la puerta de golpe y, sin desviar su mirada, se dirigió a grandes ...
... probó. El traje le sentaba perfectamente; todas las prendas eran proporcionadas; la chaqueta se abotonaba hasta la garganta, el cuello, derecho y tieso como si fuera de cartón, sostenÃa alta la barba ...
... están presentes en la superficie de la piel y en las mucosas de la nariz, de la boca, de la garganta y de las vÃas digestivas. Sin embargo, permanecen en estado inofensivo en multitud de personas ...
... al sacrificio. En medio del grupo descuella el matarife, que comienza su tarea lavando la garganta del reo, y raspando enseguida la parte lavada con un cuchillo que no mide menos de dos pies ...
... ni hacer, y en todas partes me siento como nadando con la cabeza doblada en una poderosa garganta y enterrado dentro de un enorme vientre y confuso hasta la muerte.»Está perfectamente demostrado ...
... tu túnica, en ella se eternizarÃa ¡Tan bella es tu cintura, ¡oh hurà que el collar de tu garganta desnuda se queja de no ser tu cinturón ¡Pero tus piernas sutiles, cuyos tobillos están cercados ...
... comenzaban a sufrir por la suerte que el destino depararÃa al rico petróleo que surca la estrecha garganta de Ormuz, y los desheredados del mundo no industrial comenzaban a acariciar la idea de contar ...
... , además de dar al cuerpo aspecto de capullo, sonrosaba hechiceramente el nácar de una garganta de diosa y de unas manos marfilinas irreprochablemente dibujadas.SÃ... ¡no cabÃa duda Era la Elvira ...
... frente a la terrina dispuesto a empezar; pero hubo de dejarlo al primer bocado, pues estaba hasta la garganta. Y tuvo que arrojar el bocado que tomó, apresurándose a decir que la vÃspera habÃa comido ...
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