... re las brumas de la noche, después de haberse cerciorado que su daga iba bien segura en el tirador. Juan Moreira de Eduardo GutiérrezPrólogo - I -II -III - IV -V -VI -VII -VIII -IX -X -XI -XII -XIII ...
... cina-cina que había en un enorme potrero en la calle Avellaneda antes de llegar a San Eduardo, hicimos el experimento. Un círculo demuchachos me rodeaba mientras yo, ficticiamente enardecido, cargaba ...
Grito de gloria& 160;: 5de Eduardo Acevedo Díaz La cifra pues, de los invasores, no ... Qu& 233; importar& 237;a lo dem& 225;s?Grito de gloria de Eduardo Acevedo DíazI -II -III -IV -V -VI...
... correr& 225; en los a& 241;os, hasta que todo vuelva a su centro, y a& 250;n despu& 233;s...& 161;Esa es la ley Ismael de Eduardo Acevedo DíazI -II -III -IV -V -VI -VII -VIII -IX -X -XI -XII -XIII ...
... abierta al Garzón tras la denuncia presentada por el fiscal jefe de la Audiencia Nacional, Eduardo Fungairiño, por posible revelación de secreto de sumarios sobre ETA en su libro de memorias.Baltasar ...
... ;n, le hizo desistir del intento, y continu& 243; en pos de los otros, gru& 241;endo, casi col& 233;rico.Grito de gloria de Eduardo Acevedo DíazI -II -III -IV -V -VI -VII -VIII -IX -X -XI -XII -XIII ...
... a cuya luz había estado leyendo un volumen de la Revolución Francesa. Vio en Eduardo la imagen palpitante y viva de la persecución y la desgracia que sufría la juventud de la república; y elevándose ...
... albergue. Media hora después salía de pueblo al tranquito, tomando la dirección del partido del Salto. Juan Moreira de Eduardo GutiérrezPrólogo - I -II -III - IV -V -VI -VII -VIII -IX -X -XI -XII ...
... al avance normando.En 1282 el último rey galés, Llewelyn II, fue derrotado y muerto por Eduardo I, quien en 1284, por el estatuto de Rhuddlan, consolidó el dominio inglés en el territorio y nombró ...
... salir:-Observa bien el interior de esas flores, Ra& 250;l, no sea que alguna culebrilla negra se agite dentro.Brenda de Eduardo Acevedo DíazPrólogo -Brenda -I -II -III -IV -V -VI -VII -VIII -IX -X -XI ...
... 243; caer el sable corvo y la caldera y una calabaza de pico enorme y un pedazo de tabaco negro. Las angustias aumentaban.Ismael de Eduardo Acevedo DíazI -II -III -IV -V -VI -VII -VIII -IX -X -XI -XII ...
... Medicina.Gobierno de Sagasta, en España.Muere la reina Victoria de Inglaterra; le sucede Eduardo VII.Roosevelt, presidente de Estados Unidos.Inauguración del ferrocarril transiberiano.1902Publicatión ...
... Joan Brossa, Joan Ponç, Modest Cuixart, Joan Josep Tharrats, Arnau Puig y Juan Eduardo Cirlot, obtuvo dos años más tarde una beca para estudiar en París donde hizo su primera exposición individual ...
... sordos y en& 233;rgicos, cual si disputasen la vida a dentelladas y contorsiones furibundas en la pendiente de un abismo Brenda de Eduardo Acevedo DíazPrólogo -Brenda -I -II -III -IV -V -VI -VII -VIII ...
... de los desiertos y el tipo altivo y errante de un tiempo de transici& 243;n y transformaci& 243;n & 233;tnica.Ismael de Eduardo Acevedo DíazI -II -III -IV -V -VI -VII -VIII -IX -X -XI -XII -XIII -XIV ...
... ojo sangriento y los colmillos a la vista, ladrando con furor, cual si se viese acosado por una manada de potros.Ismael de Eduardo Acevedo DíazI -II -III -IV -V -VI -VII -VIII -IX -X -XI -XII -XIII ...
... en torno al príncipe, que dijo con ingénita dignidad:–Buenos niños, decid a vuestro señor que Eduardo, el Príncipe de Gales, desea hablar con él.Ante esto, se alzó un enorme griterío, y un chico ...
... Y saltó sobre su overo bayo con el Cacique a las ancas, alejándose al tranquito en dirección a Lobos. Juan Moreira de Eduardo GutiérrezPrólogo - I -II -III - IV -V -VI -VII -VIII -IX -X -XI -XII ...
... semblante l& 237;vido, ya menos negro, intensa claridad-. El pobre rey de un d& 237;a era cad& 225;ver.Brenda de Eduardo Acevedo DíazPrólogo -Brenda -I -II -III -IV -V -VI -VII -VIII -IX -X -XI -XII ...
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