... paz. A media noche termino ésta, mi buen D. Serafín, con la noticia de que ha cesado el fuego. ... a usted sonreír, ¡oh espejo de los ladinos , D. Serafín de Socobio... Pero no dudo...
... los estribos del buen sentido, santo, del mediodía, ahora grito: –¡Mala centella parta a D. Torcuato Angulo –Y sigo–. No sé si he dicho que soy viudo: lo soy. No se crea que me acuerdo ahora ...
... a qu& 233; viene esa gente a Aranjuez? -repiti& 243; D. Celestino dirigi& 233;ndose a m& 237;-. Gabriel, se ... , & 191;querr& 225;s creer que hace dos d& 237;as tuve que coger la escoba...
... a caballo. Era rubio, encarnado, alto, más bien gigantesco, de robusto cuerpo y puños como martillos. D. Juan Amarillo al ver que había dos hombres bastante osados para entrar a caballo en Ficóbriga ...
... n sus sueños de ambición daba al hecho más importancia de la que realmente tenía. Catay y D. Isidro se le acercaron: el primero ya había aprovechado la influencia de Ferreol consiguiendo ser nombrado ...
... 237;a mi linda pareja-. De modo que tengo que ir sola a casa... & 191;Y qu& 233; voy a decir?... Y mi hermana e In& 233;s & 191;d& 243;nde est& 225;n?... & 161;Oh, se& 241;or de Araceli, m& 225;s vale ...
... e irresolución ardía «Verá usted -dijo D. Rafael, hallando lo que buscaba y volviendo el rostro hac ... y desorden más grande. La primera comisión que D. Baldomero dio a su fiel...
... el airoso pico de esta mitra colgó un cartel que decía con letras gordas, trazadas gallardamente por D. José Ido: EL DOCTOR CENTENO. ¡Dios de Dios, qué risa, qué estruendo, qué ovación Aquel día ...
... preparaba el tablero de damas, llegó el olorcillo, y el clérigo acudió a las voces que le daba D. Pita: «Capellán, capellán, que estamos pasando la línea, y hay que remojarla». Y acudía el capellán ...
El conde de MontecristoQuinta parte: La mano de DiosCapítulo 1de Alejandro Dumas Capítulo primeroLa acusaciónEl señor dAvrigny hizo que el magistrado, que parecía cadáver, recobrara en seguida el ...
... carnicer& 237;as; pero el jueves cogi& 243; Mina a diez franceses y a todos los degoll& 243;.-Hizo bien -dijo D. Fernando-; y es l& 225;stima que no te cogiera tambi& 233;n a ti, espa& 241;ol renegado ...
... muri& 243; ya muy anciana y en olor de santidad hace diez a& 241;os.-& 161;Guapa monja & 191;Qu& 233; tal, D. Jos& 233;?& 187;.Don Jos& 233; dijo al o& 237;do de Miquis:& 171;& 161;Si pesta& 241;eara ...
... mañana, en los últimos días de 1790, quiso D. José Domingo visitar a Carlos, de diez años ... acudieron a la justicia civil, ante la cual se sinceró D. José Domingo, y apareció...
... loca, que se cree emparentada con estos reyes... nuevos, y la hija flaca, la reina vieja de D. Ángel, y ahora reina nueva, de Casiano. ¡Tanto como me habló de ellas Juan, y yo rabiando por conocerlas ...
... se& 241;or organista toc& 243; el otro d& 237;a el brindis y el wals de la misma & 243 ... de los milagros que ha hecho, y a& 250;n hoy d& 237;a vemos constantemente pruebas irrecusables...
... General en la sala próxima. Reñía con D. Pedro Egaña y con D. Pascual Madoz, que también es hombre ... dulce, del Espadón. Este toreaba por lo fino a
... & 243; a algunos y haci& 233;ndose cruces se apart& 243; de all& 237; y dijo:-& 161;Tambi& 233;n D. Juan Bautista Erro -Y el se& 241;or obispo de Le& 243;n -murmur& 243; Tablas-. Es el que mete m& 225 ...
... 241;ores, pero qu& 233; pa& 237;s Pasaban los d& 237;as todos de Enero, sin que tal situaci& 243;n ... 237;.& 161;Traici& 243;n inconcebible D. Buenaventura hab& 237;a determinado...
... un gallo el buen se& 241;or.-& 161;Qu& 233; esc& 225;ndalo -exclam& 243; con timidez D. Lino Paniagua-. Y eso se dice en voz alta, donde pudieran o& 237;rlo personas allegadas al gobierno.-& 161;Bah ...
... había sido suntuosa allá por los tiempos en que el Sr. D. Felipe V vino a España, y alguna vieja, ... ver aquella cara y después reconocer a D. Buenaventura, fue obra de un segundo....
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