Jornada TerceraSale ISABEL como llorandoISABEL: Nunca amanezca a mis ojosla luz hermosa del día,porque a su sombra no tengavergüenza yo de mí misma.¡Oh tú, de tantas estrellasprimavera fugitiva,no des ...
... .Por fortuna Perico no gastaba navaja, y Ventura no sacó la suya; pero en cambio apretaba la garganta de Perico con ambas manos, repitiendo furioso:-¿Tú? ¿tú? que puedo hacer añicos con tres dedos ...
... ojos con sus perlas Oídos estos versos, el rey se estremeció de gusto, y gritó desde el fondo de su garganta: "¡Ya Alah " Pero el visir prosiguió: "Y así ¡oh rey opino que envíes lo antes posible ...
... aplacase mi sed, me hizo recuperar algunas fuerzas. Se distendieron los músculos de mi garganta, contraídos hasta entonces, y cedió un poco la irritación de mis labios, permitiéndome hablar.-Veamos ...
... los ojos en el escenario. Aquella voz, cuyo timbre mágico nunca había oído ni esperado oír de garganta humana, acababa de fijar su destino sobre la tierra. Y, sin embargo, seguía tocando el violín ...
... Serías una verdadera fiera si, a tu edad, ayudases a cazar a un desgraciado como yo.En su garganta sonó algo como si dentro tuviera una maquinaria que se dispusiera a dar la hora. Y con la destrozada ...
... coraz& 243;n se le hab& 237;a partido en dos pedazos, y uno de estos se le hab& 237;a subido a la garganta. Al fin hizo un esfuerzo, quiso llenarse de optimismo, y ech& 243; una sonrisa forzada y dijo ...
... mitad de la jornada desfallecer& 237;a, como no recibiera del cielo bronc& 237;neas piernas y garganta de acero. Ah& 237; es nada... era preciso ir repartiendo dinero por los barrios bajos y convocar ...
... mando iba a transformarse en un paraíso de ternuras inefables. Se detuvo; se llevó las manos a la garganta y al pecho. La misma conciencia, una muy honda, que le había dicho que allá lejos se habría ...
... el fruto, sino el árbol. Gracias a Dios, vimos felizmente resuelto el infarto de la garganta y cuello con alarmantes manifestaciones de erisipela... Dejadme que respire. Ya la tenemos completamente ...
... semblante; la blonda cabellera destrenzada, acariciando sus sedosas ondas, sus hombros de alabastro y su garganta, mis ojos la veían, y mis ojos al verla tan hermosa, se turbaban. Mirábase al espejo ...
Jornada TerceraSale ISABEL como llorandoISABEL: Nunca amanezca a mis ojosla luz hermosa del día,porque a su sombra no tengavergüenza yo de mí misma.¡Oh tú, de tantas estrellasprimavera fugitiva,no des ...
... etcétera. Fallamos que le debemos de condenar y condenamos a que sea sacado de la cárcel donde está, con soga a la garganta y pregoneros delante que digan su delito, y sea llevado a la plaza pública ...
... cuchillo, cada vez que un lobo se ponía a su alcance, su mano sabía hundirle la hoja en la garganta.Harry Blount y Alcide Jolivet no permanecieron pasivos y desplegaron una gran actividad, secundados ...
... paz.)El martirio ¿no te espanta?¿no temes la muerte, hermano?LOS CRISTIANOSCon el hierro a la garganta,adora a Dios el cristiano.EL PATRIARCACristiano s piden las fieras;¿no te asustan sus rugidos ...
... Athos.––Es imposible; estos bebedores de cerveza son muy torpes y pesados;dadles en la garganta, Porthos: es herida que mata pronto y que no dejagritar.––Está bien ––respondió Porthos ...
... y abraz& 243; a Agust& 237;n sin decirle nada. Profunda emoci& 243;n ahogaba la voz en su garganta. -Mariquilla, Mariquilla de mi coraz& 243;n -exclam& 243; Montoria, abraz& 225;ndola con j& 250 ...
... , pelinegras, de ojos tan rasgados como apacibles y dulces; pecho de comba primorosa; garganta de Cleopatra; perfecciones, como llevo dicho, que no se hallan sino en esos lugares donde la virtud ...
Sonetos del amor oscuro Soneto de la guirnalda de rosasde Federico García Lorca ¡Esa guirnalda ¡pronto ¡que me muero ¡Teje deprisa ¡canta ¡gime ¡canta que la sombra me enturbia la gargantay otr ...
... debía ser, amante de Constanza; y apenas acertara a pasar por donde ella estaba, le pondría en la garganta la punta de su lanza y le arrancaría así la palabra de admitir un duelo a muerte ...
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