... matrimonio doloroso que había de durar hasta que la ciencia del oculista nos divorciara. Fortalecido por mi paciencia, de la que hice acopio exuberante, cargaba mi cruz y con ella recorría el agrio ...
... indigno de las defensas del sufrimiento invencible, despreciador de calamidades. El sufrimiento y la paciencia son los valentones de la virtud. No padece la fortuna ultraje de otros, desaliéntanse ...
... es el ser un fruto del Espíritu Santo: «Los frutos del espíritu son caridad, alegría, paz, paciencia...» (Epístola a los Gálatas 5, 22). En este sentido, Tomás de Aquino dice que «la alegría ...
... amenazó al iconoclasta con disparar si no dejaba en paz al santo de piedra. “Señor, tened paciencia –gritó el hugonote–; dejadme destruir este ídolo y después tirad, si queréis.” Las campañas ...
... y de hambre en su campamento, aguardaban con anhelo a que la capitulaci& 243;n estuviese firmada. Los que menos paciencia ten& 237;an eran los suizos afiliados en el ej& 233;rcito imperial, y as& 237 ...
... maquinalmente.- ¿Te parece poco? -gritó uno-. ¡Pues no quiere su dinero Vaya..., vaya.... ¡No nos tiente V. la paciencia El pobre padre se alejó llorando, y a poco desapareció.Media hora había ...
... me quede sin h& 233;roes en la partida har& 233; un escarmiento. -Pues yo digo que hasta aqu& 237; lleg& 243; la paciencia -afirm& 243; Albu& 237;n poni& 233;ndose l& 237;vido y retando con la mirada ...
... , creo yo que Cassio ha recibido seguramente de parte del que huyó algún ultraje extraordinario que la paciencia no podía tolerar.OTELO.- Sé, Iago, que tu honradez y tu amistad te inducen a atenuar ...
... a pesar de la situación romántica que le encuentra la carissima sorella; pero todo lo he de llevar con paciencia porque esos montes son su Parnaso, y ese limpio arroyo, amado Ramiro, es su Hipocrene ...
... prudencia verdadera, su esperanza cierta, grande su frugalidad, benigna su justicia, sólida su paciencia, y, para decirlo en pocas palabras, perseveraba infatigable en gran moderación, absteniéndose ...
... .«Siéntese, Sr. D. José, y no se excite tanto. Hay que llevar estas cosas con paciencia».-¡Con paciencia, con paciencia -exclamó Ido, que en su estado...
... ? -¿Oyes, Lorenzo? -preguntó el conde a su mayordomo. -Oigo, señor, y me admiro de que usía tenga paciencia para oír tales cosas. -¡Ah, señor conde -dijo Martín con gravedad-; en un tiempo mi padre ...
... la suegra, mujer más temida que las bajadas del Turco Ya llegó mi señora la mayor y todos nos armamos de paciencia. Mudó luego la casa al contrario de como al presente estaba, y de tal manera dio ...
... hijos, esté aviada y divertida. ¡Niños esa plaga, esa carga, esas trabas, que acaban con la paciencia, que destruyen el físico, que quitan el gusto y el tiempo para todo. ¡Oh son una calamidad ...
... ama aún? -Amará a su marido. ¿Por qué no ha de amarle? -Vamos, señora -dijo el P. Jacinto ya con la paciencia perdida-: no amará a su marido, porque su marido es feo, viejo, enfermizo y fastidioso ...
... de áspides IAGO.- Serenaos, sin embargo.OTELO.- ¡Oh, sangre, sangre, sangre IAGO.- Paciencia, os digo. Quizá mudéis de pensamiento.OTELO.- ¡Iago, jamás ... Como el mar del Ponto, cuya corriente ...
... la familia oficial, y cuya única misión es oprimir, vejar, expoliar y apurar la paciencia, la sangre y el bolsillo de tantos miles de españoles que sufren y callan ... Nadie se fijará en el crimen ...
... , pero recurrió a la ciega amistad de don Víctor. En el Casino se sentaba a su lado, tenía la paciencia de verle jugar al dominó o al ajedrez, y terminada la partida le cogía del brazo, y, como solía ...
... de áspides IAGO.- Serenaos, sin embargo.OTELO.- ¡Oh, sangre, sangre, sangre IAGO.- Paciencia, os digo. Quizá mudéis de pensamiento.OTELO.- ¡Iago, jamás ... Como el mar del Ponto, cuya corriente ...
... continuó doña Serafina tomando las manos de Gloria y estrechándolas con cariño-. Yo lo sufro con paciencia, y además, hija de mi alma, reconozco que tienen razón. Al oír esto Gloria hizo un movimiento ...
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